La niña de origen dominicano Catherine Arias Gómez, baleada en la cabeza en El Bronx mientras estaba en el interior del vehículo de su padre cuando tenía 11 meses, salió recuperada del hospital el viernes aplaudida por numerosos policías que acudieron a recibirla y acompañada de sus padres, Gregory Arias y Miraida Gómez, y su abuela María Reynoso.
La bebé, quien estuvo por cinco meses en el hospital donde fue llevada grave, fue impactada disparada por un sujeto que escapó de la escena el 20 de enero de este año a las 6:45 de la tarde.
Originalmente fue atendida en la emergencia del hospital Saint Barnabas, fue transferida al Centro Médico Weill Cornell Presbiteriano y luego rehabilitada en el Hospital Infantil Blythedale en Valhalla del condado Westchester.
Durante la rehabilitación la niña volvió a aprender a caminar y hablar.
La bala la alcanzó en la mejilla izquierda cuando el pistolero disparaba hacia otro hombre con el que se enfrentaba a tiros en la calle 198th y avenida Valentine en El Bronx, al que perseguía en su carro.
La policía dijo que el tirador que no ha sido arrestado, aunque se divulgaron imágenes del momento en que disparaba, sigue siendo activamente buscado.
Ahora ella tiene 16 meses.
“Nuestro viaje ha sido largo, pero finalmente esta es la luz al final del túnel”, dijo su madre.
“Definitivamente estamos felices, estamos ansiosos por comenzar este nuevo capítulo en nuestra vida, y felices de que todos puedan presenciar un milagro”, añadió la señora Gómez.
El tiroteo ocurrió en enero, dos días antes del primer cumpleaños de Catherine.
Fue alcanzada por una bala perdida de un hombre armado que estaba disparando a otra persona. Catherine estaba sentada en un auto estacionado con su madre cuando ocurrió el tiroteo y una bala la golpeó en la mejilla y salió de la parte superior de su cabeza, causándole una lesión cerebral y dejando la mitad de su cuerpo paralizado.
El tiroteo fue uno de una serie de crímenes de alto perfil que ocurrieron en las semanas posteriores a que el alcalde Eric Adams asumiera el cargo prometiendo una ciudad más segura y llevó a llamados para reducir la violencia armada.
“Nuestro viaje ha sido largo, pero finalmente esta es la luz al final del túnel”, dijo su madre, Miraida Gómez. “Definitivamente estamos felices, estamos ansiosos por comenzar este nuevo capítulo en nuestra vida y simplemente felices de que todos puedan presenciar un milagro”.
Catherine estaba sentada en un automóvil estacionado con su madre cuando fue baleada en la mejilla y el plomo salió por la parte superior de su cabeza, causándole una lesión cerebral y dejando la mitad de su cuerpo paralizado.
“Es un milagro, nosotros no sabíamos no esperábamos llegar a esta etapa, esa noche pensábamos que la habíamos perdido”, añadió la madre.
“Que sea presidenta de los Estados Unidos, que sea todo lo que ella pueda ser en el mundo, ella es una niña alegre”, señaló el padre.
“Cobarde, estúpido e irresponsable”, añadió el papá en el mensaje que le envió al fugitivo.
El papá advirtió al tirador que “tu tiempo va a llegar, y por tus acciones, tienes a todos estos policías detrás de usted”.
La abuela dijo que le da muchas gracias a Dios por toda la paciencia que todo el mundo tuvo adentro trabajando con su nieta, su yerno y su hija.
El director médico del hospital infantil, doctor Scott Klein, quien estuvo a cargo del equipo de galenos que trató a la niña que nadie se imaginaba los enormes desafíos que enfrentaron los doctores cuando recibieron a la bebé en estado crítico.
“Salió caminando de aquí, lo que nadie se imaginó y su recuperación es ciertamente admirable”, agregó Klein.
Por Miguel Cruz Tejada