Desmaquillar la piel, limpiarla e hidratarla es un proceso que muchas veces se hace tedioso por el tiempo que hay que dedicar o la cantidad de productos necesarios para completarlo. Sin embargo, hay una alternativa que en poco tiempo se ha convertido en imprescindible en muchos hogares: el agua micelar, un producto eficaz, rápido y sin complicaciones.
“Es la solución rápida y cómoda para aquellas personas que no tienen tiempo, que siempre van con prisas o simplemente para quienes les da pereza una rutina con muchos pasos”, afirma Marta Alcalde, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB).
La vocal define el agua micelar como una solución acuosa donde hay una determinada cantidad de tensoactivo. Cuando aplicamos la solución sobre la piel, las micelas se abren y engloban las impurezas lipófilas; posteriormente, la solución acuosa aclara la piel eliminando el resto de impurezas solubles en agua. “Se aplica humedeciendo un algodón con la solución micelar directamente sobre la piel. La aplicación se repite hasta que el algodón este limpio. No necesitan aclarado y después de aplicarlas sólo hay que dejar secar el rostro”, apostilla.
¿En qué se diferencia de otros tratamientos de limpieza facial?
Si profundizamos en la clave de su éxito y las ventajas que ofrecen frente a otros productos como la leche limpiadora o el tónico, Alcalde destaca principalmente:
- Las micelas consiguen una captación mayor de residuos (todas las moléculas de tensioactivo están dedicadas a esta función).
- Su composición respeta muy bien las estructuras de la barrera fisiológica cutánea.
- Limpian en profundidad eliminando impurezas y restos de maquillaje de forma muy suave sin irritar ni producir escozor.
- Como los tensoactivos son de pequeño tamaño suelen ser soluciones transparentes y dan mayor sensación de limpieza.
- Las soluciones micelares pueden usarse para la limpieza de la zona ocular y de los labios porque están formuladas con un pH que no dañará estas zonas tan sensibles y frágiles y no producirá ninguna irritación.
Respecto a este último punto, la vocal del COFB matiza que existen limpiadores específicos para dichas zonas, especialmente para la zona ocular que es fácilmente alterable. “Los desmaquillantes de ojos deben ser bacteriológicamente puros, no irritantes y adaptados a la zona ocular y al tipo de maquillaje que van a eliminar. No será lo mismo un producto para eliminar un maquillaje normal que uno destinado a eliminar un maquillaje resistente al agua. Las formulaciones para la zona ocular suelen ser fórmulas isotónicas, sin perfumes ni sustancias alergizantes, autoconservables o bien soluciones estériles. Siempre que se pueda será preferible utilizar un desmaquillante más específico para la zona que se quiere limpiar”, aconseja.
Aconsejadas para cualquier tipo de piel
Otro tema que aclara Alcalde es qué pieles pueden utilizar el agua micelar. La experta especifica que están indicadas para todo tipo de pieles y que en el mercado hay diferentes soluciones que se adaptan a cada una de ellas. “Cada solución tendrá activos específicos, por ejemplo, las soluciones micelares para pieles grasas, además de tensoactivos, tendrán activos purificantes, reguladores del sebo y astringentes; las soluciones para pieles sensibles estarán especialmente formuladas sin perfumes y con activos calmantes”.
Además, en principio también se pueden usar en pieles con patologías cutáneas como la rosácea o la piel atópica debido a que son productos de limpieza sin aclarado y sin perfumes que van muy bien en este tipo de pieles sensibles y reactivas. “Hay algunas soluciones micelares especialmente destinadas a las pieles con rojeces que incluyen activos que actúan sobre los factores de la dilatación y de la debilitación de los capilares cutáneos causantes de las rojeces, a su vez también incluyen activos calmantes. En el caso de las pieles atópicas, como son pieles secas con tendencia a la irritación, también se recomiendan este tipo de productos porque proporcionan una limpieza adecuada de forma muy suave”.
Por último, la vocal añade que la limpieza diaria con agua micelar por sí sola es insuficiente, por lo que recomienda aplicar periódicamente mascarillas que hagan una limpieza más profunda y exfoliantes que eliminen células muertas, aceleren la renovación celular y consigan una piel más lisa y luminosa. “La frecuencia de estos tratamientos periódicos dependerá del tipo de piel y de la sensibilidad de cada persona”, concluye.