Al momento de mantener relaciones sexuales, sentir un mayor placer y llegar al clímax, la mujer posee puntos específicos o zonas que al ser estimuladas, resultan más erógenas que otras. Estas zonas pueden ser directamente un órgano genital femenino o también, otras partes del cuerpo que provocan intensidad erógena al tacto.
El órgano por excelencia y con mayor sensibilidad en la mujer, es el clítoris. La cantidad de terminaciones nerviosas que posee le otorgan el puesto a la zona más erógena femenina. A su vez, a través de él, la mujer experimenta el orgasmo durante las relaciones sexuales o con la autosatisfacción.
Con respecto a las otras zonas que mayor placer le producen a la mujer, se destacan los senos, particularmente los pezones. Esta zona del cuerpo es una de las primeras en sentir el placer y verse estimulada. Además, los pezones son muy sensibles al tacto y provocan automáticamente, una sensación de cosquilleo que se dirige hacia la zona íntima.
El abdomen es otro lugar del cuerpo femenino que siente intensamente placer cuando se realiza un juego previo a las relaciones. Al ubicarse cerca de la vajina, la mujer experimenta un clímax muy intenso, el cual también repercute en la zona íntima. Finalmente, el cuello es la otra zona erógena por excelencia. Esto se debe a que los besos suaves o las caricias, logran llenar de placer a la mujer y este se convierte en una excitación elevada.