El senador por la provincia Duarte, Franklin Romero, manifestó este miércoles la necesidad de que en la República Dominicana se establezca un tope salarial, donde nadie devengue un sueldo por encima del presidente de la nación.
Señaló que en el país “todo el mundo ha violado la ley” debido a que hay funcionarios que ganan entre dos y tres millones de pesos al mes. “Si es por eso todo el mundo debería caer preso”, indicó.
El legislador criticó que aquí todo el que quiere evacuar lo hace contra el Congreso Nacional.
Romero dijo que se le ha faltado el respeto al Congreso y no ve bien que todo el morbo se les cargue a los senadores y a los diputados.
“Todas las decisiones que se llevan en el hemiciclo siempre benefician o perjudican a algunos por los intereses que hay por el medio, no veo bien que todo el morbo se le cargue al congreso”, indicó.
Sostuvo que a los legisladores siempre se les ha calificado de “vagos”, lo que rechazó. “Me encontré con una pared para ver la diferencia, realmente no es así”, afirmó el legislador por la Partido Revolucionario Moderno (PRM).
El senador Franklin Romero dijo que está de acuerdo con las exoneraciones y el barrilito, tras considerar que son derechos adquiridos que encontraron a su llegada la cámara alta.
Sin embargo, informó que los senadores han presentado un anteproyecto por la reforma fiscal por venir, para eliminar todas las exoneraciones que se le dan a las instituciones, industriales y todas las instituciones del gobierno y a los porque el gobierno trata de buscar más de 200 millones de pesos que se van por esa vía.
Romero sostuvo que los empresarios han sido afortunados con las exoneraciones, por lo que los invitó a dejar de percibir más para no perjudicar al pueblo. Dijo que la idea es sacar el país hacia adelante y “nosotros nos hemos puesto en el frente”.
Dijo que en el país hay senadores que no necesitan exenciones, como es su caso, que estaría de acuerdo con eliminar el barrilito, el salario, pero considera que hay otros que es la única manera de lograr algún beneficio.
Por José Alfredo Espinal