¿Te gustan las sopas? Toma nota de algunos aspectos que debes tener en cuenta para que sean saludables.
Si te gustan las sopas espesas, ten cuidado cómo consigues la consistencia. Evita el uso de cremas y mantequillas, puesto que aumenta la exposición a grasas saturadas no saludables, que, en exceso, pueden aumentar los niveles de colesterol, causar el bloqueo de las arterias y dificultar el flujo sanguíneo.
Sodio: algunas sopas enlatadas pueden tener demasiado y esto puede aumentar el riesgo de hipertensión, ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Lo mismo debes observar del azúcar. Se recomienda limitar los azúcares agregados a no más de 24 g por día para mujeres y 36 g para hombres.
Calorías: las sopas, por regla general, son más bajas en calorías; pero cambia rotundamente si agregas queso, crema agria, croutones o pan.
¿Preparadas o caseras? Las preparadas están bien en caso de apuro siempre y cuando establezcas límites. Busca que tengan menos de 500 calorías, 600 mg de sodio, 5 g de grasa saturada y 5 g de azúcar agregada. Si decides hacerlas en casa, evita el uso de caldos grasos a base de crema, en su lugar, opta por uno a base de pollo o verduras, y agrega los vegetales o especias que más te gusten.