Cómodos y versátiles, sin taza ni aro, se trata de corpiños que no se esconden, se muestran, y se los usa como prenda de vestir
¿Salir en corpiño, sin camiseta ni blusa? ¿Es ese el código de vestimenta adecuado para andar por la calle? ¿Por qué no? El llamado bralette se impuso con el tiempo y hoy en día constituye un auténtico “hit” de la moda.
Los bralettes son en principio coripiños sin relleno ni aro. Suelen tener forma triangular y ser de encaje, tela tipo red o algún material elástico deportivo. Estos bralettes no se esconden, se muestran, y se los usa como prenda de vestir.
Como muchas otras tendencias, llevó un buen tiempo hasta que esta moda, usada al principio por las estrellas en las ciudades más “in”, se extendiera al resto de la población. De hecho, al principio salir así a la calle tenía un poco de escandaloso.
En 2019, Katie Holmes paró un taxi en una esquina de Nueva York. Llevaba una chaqueta de cachemir suelta, cerrada solo con un botón, que dejaba entrever claramente el sostén. Y eso en un día cualquiera, no en la alfombra roja. Un paparazzi que pasaba por allí captó el momento, sorprendiendo a todo el mundo y dando el puntapié inicial para una nueva tendencia.
La recordada Bettie Page desde sus inicios pensó lo contrario. Icono sexy de los años ´50 por su voluptuosa figura, cabello negro y ojos celestes, fue una de las pioneras en imponer el uso de la lencería como el corset, portaligas, soutiens y ropa interior sexy como una prenda más.
Madonna, la reina del pop, fue la que introdujo en los ´90 el doble uso de la ropa interior. Se la identificó como la pionera del uso del corsé como una prenda femenina. De seda, raso y encaje, así viajaban los distintos modelos que la acompañaban en sus recitales y giras mundiales.
En el 2016 fue furor la superposición de prendas, allí predominaban los bralettes, corpiños de encaje sin aro, ni push up sobre camisas o remeras básicas blancas. Las celebridades y modelos como Kendall Jenner, Kim Kardashian, Emily Ratajkowski, Selena Gomez y Rihanna fueron las primeras que se sumaron a la tendencia.
Pero no solo los bodies o el bralette fueron los protagonistas. La primera inclusión en la pasarela fue de la mano de Marc Jacobs para Louis Vuitton en invierno 2013 al salir a saludar al público en pijama.
Las pasarelas no fueron los únicos lugares en donde se vieron ante el público, también llegaron a las alfombras rojas. Y algunas de las protagonistas que lucieron bralettes fueron Rihanna, Olivia Wilde, Charlize Theron, Ariana Grande, Kylie Jenner, Zendaya, Jennifer Lawrence, Priyanka Chopra y Kourtney Kardashian, entre otras celebridades que lo lucieron en su versión más elegante para premios y avant premiers.
El bralette simboliza un poco una revolución silenciosa en la moda. Se aleja de los corpiños push-up que quieren presentar todo lo más perfecto posible, o de las variantes con aro, que también buscan dar una forma determinada, y tiende más bien a cierto desenfado, a un look despreocupado que sin embargo es muy sexy.
“Una de las grandes referencias de la ropa interior son las abuelas, estas prendas nos remontan al pasado: las enaguas, las puntillas, los encajes y los conjuntos “hechos a mano” eran muy característicos de aquellos años”, comentó a Infobae Jesús Fernández, diseñadora argentina de lencería.
“La lencería pasó a ocupar un rol protagónico en la indumentaria femenina. Antes quizás lo que se usaba debajo nadie lo notaba, pero ahora sí. Las transparencias y la tendencia de usar tops o corpiños sobre las remeras y camisas como también los culottes o los vestidos lenceros”, opinó Fernández.
Encontrar la talla adecuada de un bralette es más fácil que en el caso de la más compleja compra de corpiños. En vez de tener que elegir entre distintas tazas, los bralettes suelen venir en las tallas usuales de vestimenta.
Es por eso que el bralette es la prenda furor que las mujeres argentinas eligen para la tendencia de la superposición. En su mayoría tienden a ser de encaje y en varias tonalidades. Un modelo que se lo considera el más sexy por la transparencia que deja ver la piel. infobae.com