El legendario dirigente de béisbol Cornelio Peña falleció al mediodía de este jueves, después de pasar una semana interno en un centro de salud de La Romana, donde fue trasladado luego de sufrir un coágulo en la cabeza.
Desde que se conoció la triste noticia, los deportistas de Santiago no han cesado en lamentar el deceso de quien fue un gran propulsor del béisbol y un padre para muchos beisbolistas.
Cornelio salió a trabajar hace una semana a Cap Cana donde se celebra un torneo internacional de béisbol, donde llevaba parte de la anotación de los juegos, cuando sufrió un coágulo.
Fue llevado a un centro de salud en La Romana donde fue intervenido quirúrgicamente, pero al parecer contrajo el Covid-19 lo que complicó su situación y falleció al mediodía del jueves.
El pasado mes de diciembre Peña contrajo el Covid-19, pero logró curarse en esa ocasión y volvió a repetir estando en el lecho buscando recuperarse.
Esta situación motivó que su cadáver no vaya a ser velado, sino que será traído a Santiago y de inmediato será sepultado.
Cuando contrajo el Covid-19, Cornelio quien tenía 64 años de edad, fue auxiliado por el Grupo de Ayuda de Exbeisbolistas Amateur de Santiago, que residen en la ciudad de Nueva York.
Cornelio vio pasar por sus manos de decenas de niños, jóvenes y adultos, a los cuales enseñó los secretos del béisbol.
Además tenía un ojo clínico para detectar talentos, trabajando como scout para la organización de los Mets de Nueva York.
Su hijo de nombre homónimo, apodado Corny, también jugó béisbol a buen nivel, siendo un orgullo para Cornelio que siempre se preocupó porque se dedicara al béisbol y los estudios.
Su hermano Juan Antonio Peña (Berengué) tiene una academia de béisbol, donde enseña a los niños y jóvenes los secretos del béisbol y a conocer las palabras de Jesucristo.
Cornelio fue el descubridor de Wily Mo Peña, cuando hizo una visita a Laguna Salada, así como jugadores del calibre de Joaquín Benoit y José Lima, Julián Tavárez y muchos más.
Pero también tuvo la virtud de tener equipos infantiles, juveniles y que incursionaron en el béisbol amateur de Santiago.
Por Tuto Tavárez
