Esta tarde se reunieron Rosa Hernández, madre de la adolescente Rosaura Almonte Hernández (“Esperancita”) y la viceministra administrativa de Presidencia, Dilia Leticia Jorge, para hablar de la posibilidad que aún tiene el presidente de vetar el código penal que, durante su aprobación en la Cámara de Diputados, no incluyó las tres causales.
Hace un mes, la señora Rosa Hernández, madre de Rosaura Almonte Hernández “Esperancita”, le había solicitado una cita al Presidente Abinader y a la Primera Dama, Raquel Arbaje, para que oyeran de su propia voz lo que significa perder una hija por cuenta de la prohibición absoluta del aborto que rige en el país. Rosaura Almonte falleció en agosto de 2012, después de que, por estar embarazada, le fuera retrasado el tratamiento de quimioterapia que necesitaba para luchar por su vida. La prohibición total del aborto fue uno de los argumentos esgrimidos por el personal médico para ello.
En la reunión, la señora Hernández le pidió a la viceministra insistir ante el presidente Abinader para que ejerza su liderazgo y cumpla con los anuncios que hizo durante la campaña electoral y una vez posesionado.
“Aunque sus declaraciones recientes muestran que nos está dando la espalda y que nos ha engañado a las mujeres, él todavía tiene la posibilidad de no dejar pasar esa Código Penal que, sin causales, no salva la vida de nadie. Si las mujeres le importamos, como lo dijo en su posesión, puede decidir que no va a firmar esa ley, que no va a permitir que otra madre pase por un sufrimiento como el mío”, resaltó la señora Hernández.
La señora Hernández también expresó su rechazo a la idea de someter las tres causales a referendo.
“¿Acaso la vida de mi hija, o de otras mujeres en la misma situación, tiene que depender de lo que digan 10 millones de dominicanos? La vida y la salud de nadie pueden estar sujetas a la opinión de todo un país. Mi hija necesitaba un servicio de salud (el aborto) para poder luchar por su vida y la primera médica que la vio, lo recomendó. Pero luego, por estar pegados a esa absurda ley que lo impide, cambiaron de opinión. Si no existiera esa ley, los médicos actuarían tranquilos y de frente, sin miedo a prestar un servicio que se requiere en ciertas circunstancias para proteger la salud o salvar la vida de las mujeres”, manifestó.
Al finalizar, la señora Hernández le agradeció a la viceministra por haberla recibido, pero también le manifestó su inconformidad, pues esperaba que el presidente o la Primera Dama escucharan directamente su testimonio. “Leyes como el Código Penal siguen impidiendo que los médicos les den a las mujeres embarazadas la atención médica que necesitan para sobrevivir. Duele saber que el presidente ha recibido a las iglesias, pero no recibe a quienes, como yo, hemos vivido en carne propia las consecuencias de la prohibición total del aborto”.
Durante el encuentro, la señora Hernández estuvo acompañada por sus abogadas de Women’s Link Worldwide (virtualmente), así como por las abogadas Fabiola Medina y Tamara Aquino, de la firma Medina Garrigó Abogadas, encargada de hacer seguimiento a los procesos judiciales que aún están en marcha en el país; y por Sergia Galván, representante del Movimiento de Mujeres por las Tres Causales en República Dominicana.