El padre Ricardo Fajardo, párroco de la iglesia Espíritu Santo en El Bronx reaccionó ayer domingo ante las andanadas de críticas en su contra en las redes sociales y medios de comunicación por defender la legalización de los haitianos en la República Dominicana y proponer que los restos del general Pedro Santana sean expuestos en el Panteón Nacional.
El cura católico, respondió a sus críticos diciendo que es más dominicano que quienes le detractan, lo que ha demostrado con su trabajo religioso, comunitario, cultural y la publicación de seis libros que tratan sobre la situación de su país y la diáspora dominicana.
“No me sorprende la reacción de algunas personas, por lo que escribí sobre los méritos que tiene Pedro Santana para estar en el lugar donde tiene que estar, y en segundo lugar en relación a los haitianos”, añadió el sacerdote.
“Les recuerdo a todos mis críticos que vivo en una nación de libertad y que me acojo a la Segunda Enmienda y que soy tan dominicano como ellos o quizás más dominicano por el aporte que yo he hecho con mi trabajo”, agregó.
Dijo que es un escritor, filosofo, sacerdote, teólogo que tengo seis libros publicados, ensayos y novelas acerca de la realidad dominicana y que no hablo desde lo que oigo, sino desde el conocimiento profundo y el conocimiento crítico”, expresó el párroco.
“Soy tan dominicano como ustedes”, recalcó.
Explicó que la migración es un fenómeno de los tiempos a regularizar.
Sostuvo que la migración es un derecho legítimo de cualquier persona a buscar bienestar, salud y prosperidad y es un derecho que tiene cualquier nación a autorizar la migración o a impedirla.
Explicó que, además, cualquier migrante en cualquier país del mundo que lo permita, tiene el derecho a hacerse ciudadano sin perder o ser parte de su nación de origen.
“Ningún país del mundo puede impedir que las personas migren, porque es un fenómeno tan antiguo como la aparición del hombre. No me sorprende la reacción de muchas personas cuando se habla de la problemática dominico haitiana, porque desconocen la historia completamente, nunca han abierto un libro y si lo han abierto no han sabido leerlo y tener la visión crítica de la historia, desde una realidad filosófica, sociológica y antropológica de lo que es una nación o es el ser humano”, expuso.
“No saben lo que Haití representó y fue para esa isla de una dominación de 22 años. No saben lo que fluyó en el pensamiento del haitiano de aquello tiempo y lo que fluye en el pensamiento de los haitianos de hoy. No saben eso porque no han leído y desconocen la historia”, precisó.
“No saben de la lucha y el sacrificio que se libró para poder ser hoy independientes cuando Juan Pablo Duarte fue el gran ideólogo de ese pensamiento político, social y religioso para crear la verdadera independencia”, manifestó.
El sacerdote aseguró que sus críticos desconocen lo que es la verdadera identidad y la dominicanidad, porque para sus críticos, “la identidad es una hooka, un sombrero o una cerveza”.
Puntualizó que la identidad es un pensamiento ideológico, doctrinal, social, político y cultural que ha conformado la conciencia social en los elementos que contribuyen a la cohesión y el equilibrio social que comenzó a gestarse con Duarte en la Sociedad Secreta La Trinitaria que fue alcanzado en la guerra de independencia y reafirmado en la guerra de la restauración que se deben construir cada día desde los valores que transforman al hombre y la humanidad en un bienestar.
Indicó que sus críticos no saben que el perfil del dominicano es producto de un mestizaje.
“Ni somos blancos, negros, indígenas o haitianos. Somos dominicanos como lo definió Duarte, pero somos una mezcla, pero solo se habla desde el prejuicio, el odio, la venganza y la traición”, dijo Fajardo.
Numerosos ex candidatos en las elecciones del exterior 2020, dirigentes políticos, activistas comunitarios y representativos sectoriales de la diáspora, pidieron la intervención de la nueva Cámara de Cuentas de la República Dominicana (CCRD) para que realice una auditoría a los gastos en las elecciones de ultramar celebradas el 5 de julio del año pasado, tras vencerse el sábado el segundo plazo de sanciones a funcionarios de las OCLEEs y OPREEs, suspendidos por la Junta Central Electoral (JCE) por manejo dudoso de los fondos que administraron.
La JCE, suspendió con disfrute de sueldos al director del Voto Dominicano en el Exterior, ingeniero Gilberto Cruz Herasme y Rafael Nicolás González Graciano, como Supervisor para las OPREEs de Nueva York y New Jersey, Gianilda Licelot Díaz Fernández y Ana María Matos Espinosa, asistente administrativa y supervisora, respectivamente de la OPREE de Nueva York, Sublime Larancuent Guzmán encargada interina de la OPREE de Washington. Aunque nunca sancionó a nadie de Pensilvania, Massachusetts y New Jersey, donde se considera es el epicentro de la corrupción electoral de la JCE en USA.
Las suspensiones fueron por 60 días dos meses, pero la JCE decidió extenderlas con el mismo plazo, todas, con disfrute de sueldos lo que provocó mucho disgusto en la diáspora.
La extensión de las sanciones venció este sábado 17 de abril 2021 y la JCE no dio información sobre si ha recomendado que, ante las evidencias abrumadoras, los suspendidos sean sometidos a la justicia o autorizar la auditoría de la Cámara de Cuentas.
Previo a estas peticiones, se pronunciaron a favor de la auditoría de la CCRD, el ex candidato del PRSC a diputado empresario Cirilo Moronta, diciendo que la auditoría debe hacerse para transparentar los gastos del estado en el proceso electoral.
“Quizás gastaron algo, esa junta ya no existe y fueron los charlatanes que la dirigieron, los responsables de manejar el dinero, pero si va a permanecer como entidad semi autónoma del estado tiene que responder”, agregó.
Élida Almonte excandidata a diputada de ultramar por País Posible, señaló que el voto en el exterior debe auditarse, y que Cruz Herasme, debe explicarle a la CCRD en qué gastó todo ese dinero.
Almonte dijo que la JCE no gastó ni la tercera parte de lo que alega la junta.
“Queremos que el nuevo presidente tome cartas en el asunto y se investigue qué ocurrió con el presupuesto”, agregó.
El coordinador en Estados Unidos de Alianza País, Luis Mayobanex Rodríguez (Radhamés Pérez), dijo que por el corto tiempo en el que se montaron las elecciones, obviamente no hubo el gasto tan alto que alega la JCE.
Calificó de un desastre las elecciones y añadió que la magnitud del gasto llama a la preocupación. “Esta es una razón más que suficiente para auditar a la junta y ver si hay justificación para todo el dinero que se gastó en un proceso electoral con una votación menor de un 22%”.
El coordinador general de Fuerza del Pueblo en Nueva York, Gregorio Morrobel, dijo que el pedido de la auditoría es muy correcto, recordando que ese partido fue el primero en denunciar las fallas a todos los niveles en el montaje.
“Estoy totalmente de acuerdo con ese movimiento. La JCE utilizó un presupuesto que no sabemos cuál cantidad fue gastada, pero fue excesiva y no ejecutaron con ese dinero el trabajo que tenían que hacer”, añadió Morrobel.
El activista y excandidato a asambleísta por el distrito 71 en Manhattan, Guillermo Pérez (Alí), se mostró también de acuerdo con la auditoría, diciendo que la JCE tiene que dar una explicación sobre los gastos.
Pérez, relató que se registró para trabajar en las mesas por lo que habrían de pagarle $350 dólares por el día de las elecciones, pero después de hacer el entrenamiento, nadie lo llamó.
Rubén Darío Vargas, uno de los más reconocidos activistas políticos y comunitarios, se unió a la exigencia de la auditoría a la JCE, diciendo que mantiene su posición de que las elecciones en el exterior deben anularse porque dividen a la comunidad y han demostrado son utilizadas para desfalcar el erario a la vez que apoyan inconstitucionalmente al desorden y caos electoral.
Por Miguel Cruz Tejada