Ocurrió en Belo Horizonte, Brasil. El empleado dejó que el asaltante tome el dinero y los productos, pero cuando estaba escapando sacó un arma y lanzó tres disparos
Un comerciante que sufrió un robo disparó al ladrón por la espalda cuando este escapaba de la tienda de celulares a la que acababa de asaltar, en el estado brasileño de Belo Horizonte.
La situación fue captada por la cámara de seguridad del comercio, que grabó cómo un hombre de 29 años sacó una pistola cuando estaba siendo atendido por el comerciante.
La víctima del robo no ofreció resistencia y dejó que el asaltante tome dinero en efectivos y productos. Pero cuando estaba escapando, el comerciante sacó un arma y disparó tres veces, hiriendo con dos tiros al ladrón, que fue trasladado a un hospital para ser operado.
La policía también detuvo a uno de sus cómplices que habría estado esperando en una moto a unos metros del comercio, en el barrio de Castelo, en Pampulha.
Según el portal G1, el propietario de la tienda, que pidió preservar su identidad, ha sufrido cuatro robos en el último semestre, por lo que había decidido comprar una pistola “Sólo en este tiempo tuve una pérdida de aproximadamente 300 mil (reales, unos 53 mil dólares). En noviembre, en uno de los robos, se llevaron más de 60 mil reales en teléfonos móviles y otros dispositivos”, declaró al medio brasileño. Según él, existe la sospecha de que los crímenes fueron cometidos por la misma banda.
El comerciante declaró en la comisaría y presentó a la policía su registro de armas, con validez hasta el año 2030. Fue liberado mientras continúan las investigaciones, que por ahora apuntan a un acto de defensa propia.
La flexibilización del acceso a las armas fue una de las ideas que el presidente Jair Bolsonaro presentó a los brasileños en la campaña electoral de 2018, pero varias de las medidas que ha adoptado en ese sentido han sido moderadas o incluso anuladas por el Parlamento o la Justicia.
En febrero, el mandatario dio un nuevo paso en su objetivo de promover la “autodefensa” y facilitando aún más la compra de armas, a través de un decreto. Según el texto, los ciudadanos que tengan las correspondientes licencias podrán a partir de ahora adquirir hasta seis armas y 2.000 municiones por año. Además, el certificado de “capacitación técnica” necesario para acceder al armamento, emitido por las autoridades, podrá sustituirse por una declaración de un club de tiro en la cual deberá constar que el solicitante practica “habitualmente”. Asimismo, los miembros de clubes de tiro y cazadores tendrán la potestad de comprar hasta 60 armas por año, sin el expreso permiso del Ejército, que se exigía hasta ahora.
Bolsonaro, líder de una ultraderecha que se declara abiertamente armamentista, afirmó hace diez días, cuando anunció que volvería sobre ese asunto, que no le teme “al pueblo armado”, pues eso “impide que un gobernante se convierta en dictador”.
También ha dicho que insistirá en que el Parlamento apruebe la llamada “exclusión de licitud”, que impediría llevar a la Justicia a un policía que mate a un delincuente en ejercicio de sus funciones, aún si se sospechara que pudieran haber ocurrido abusos.
(Con información de EFE)