Dos hermanos dominicanos que estaban en un grupo de ocho que participaban en una fiesta navideña ilegal en la ciudad de Nashua en New Hampshire, fueron acusados de herir gravemente a uno de los policías que fueron enviados a dispersar la juerga por violaciones a los protocolos de coronavirus.
Los hermanos acusados son Robin y Rony Guzmán Encarnación, de 21 y 25 años, quienes según la policía se negaron a terminar el jolgorio después que los oficiales le advirtiesen al grupo que se dispersara y le fueron encima al oficial no identificado, hiriéndolo de gravedad.
El policía atacado, fue ingresado en la urgencia del hospital de Nashua, pero no llegó estado crítico, aunque la lesión fue gravedad, dijo la autoridad policial de Nashua.
Junto a los hermanos Guzmán Encarnación, cayeron presos los también dominicanos Richie de Jesús Rosario, Bryan Guzmán y Yuralis Paulino, quienes fueron invitados a la fiesta por la anfitriona Rashel Tyler, que se resistió al arresto originando un forcejeo entre los uniformados y parte del grupo. Catherine Hulse, y Arianna Dube fueron detenidas también.
Tyler, es acusada de alteración del orden público y negarse a cumplir loe edictos municipales y estatales sobre las reglas de COVID-19.
Aunque eran ocho los participantes, la policía recibió llamadas de vecinos reportando que se trataba de una fiesta demasiado ruidosa.
Rony fue procesado antes de año nuevo en la Corte Superior del distrito Sur en Hillsborough y los otros siete tendrán que regresar al tribunal el 20 de este enero 2021.
La casa donde se celebraba la fiesta está situada en la calle Bowers y los policías tuvieron que acudir tres veces.
Según la policía, mientras Tyler estaba bajo custodia, un grupo de asistentes a la fiesta se volvió hostil hacia los oficiales, negándose a detenerse después de repetidas advertencias y fue cuando los hermanos Guzmán Encarnación agredieron al oficial que fue tratado en un hospital local y dado de alta.
Entre los cargos figuran agresión a un oficial de policía, resistencia a la detención y alteración del orden público.
Por Miguel Cruz Tejada