Como reflejo de una situación pocas veces vista en la historia de las empresas estadounidense, El Diario NY, el periódico impreso más antiguo y con mayor circulación en los Estados Unidos está acudiendo a sus electores a través de su edición digital, pidiéndoles una donación de $3. 50 al mes para no sucumbir y salir del mercado por quiebra a causa de los estragos económicos de COVID-19.
Los ejecutivos del periódico que es editado por la empresa ImpreMedia con sede en Los Ángeles (California) y que también produce otros medios como La Opinión, Solo Dinero, La Raza y Para Ti Mujer, dicen que “No cobramos por nuestro contenido como hacen otros medios, porque queremos que todos puedan leerlo, aún los que no pueden pagar una suscripción. Pero sí pedimos a quienes puedan colaborar que nos ayuden. Sólo toma un minuto y puedes aportar tan poco como $3.50 al mes. Cancela cuando quieras”.
El periódico fue creado en 1963 mediante la fusión de El Diario de Nueva York, fundado en 1947 y La Prensa, creado como semanario en 1913 por Rafael Viera y convertido en diario en 1918 cuando lo adquirió José Camprubí y posteriormente ambos fueron adquiridos por O. Roy Chalk. En 1981, Chalk vendió el periódico a la empresa Gannett Company, otrora la editora más poderosa de Estados unidos, en un acuerdo que involucró $10 millones.
A través de las décadas, El Diario se convirtió en la principal voz de los inmigrantes latinos en Nueva York y se tenía como parte de una obligación y compromiso diario adquirirlo todos los días en el desaparecido sistema de estanquillos por toda la ciudad, de donde dependiendo de sus historias principales, miles de ediciones impresas se vendían en minutos.
Su sólido posicionamientos se debió en cada época a sus líneas informativas identificadas con las necesidades de los latinos, que lo llevó a usar el lema de “El Campeón de los Hispanos” y se apoyó en el crecimiento de esas comunidades en la medida en que la migración de América Latina crecía en los Estados Unidos y sus grandes ciudades como Nueva York.
Pero con el tiempo, fue perdiendo el compromiso para convertirse en un medio impreso de contenido débil y línea conservadora, por lo que fue perdiendo apoyo entre los latinoamericanos.
Una de sus etapas más brillantes fue la década de los ochentas y noventas, cuando fue asesinado su jefe de redacción, el periodista Manuel de Dios Unanue, por publicar diariamente reportajes en portada sobre el tráfico de drogas que copaba toda la ciudad y era controlado por los carteles colombianos, principalmente el de Calí en la era de su líder Pablo Escobar.
Unanue, fue asesinado a balazos por un sicario de ese cartel mientras estaba en un restaurante latino en Queens, que frecuentaba todos los días.
En 2010, la periodista Vicky Peláez, una de sus figuras más importantes, cuyos escritos criticaban la política exterior de Estados Unidos y apoyaban a líderes latinoamericanos como Hugo Chávez y Fidel Castro, fue arrestada por supuestamente ser una espía al servicio de Rusia.
El “Programa de Ilegales” era parte de las operaciones rusas como de sus trabajos sucios en Estados Unidos.
Con los años, El Diario / La Prensa, fue adquirido por varias empresas mediáticas entre ellas Univisión, pero los ejecutivos decidieron ablandar más su línea, reducir el tamaño del papel y cancelar parte del plantel de periodistas que le dieron la fuerza que mantenía, entre ellos al dominicano fallecido Reginaldo Atanay, un emblema del periodismo nacional en Estados Unidos.
Después que ImpreMedia se asoció con otra empresa latinoamericana a la que le vendió la mayoría de sus acciones, siguieron las cancelaciones y en esa fase, fue liquidado otro periodista dominicano, José Acosta, un laureado escritor dominicano que ha ganado varios premios nacionales.
La cobertura a eventos comunitarios y situaciones que se producen en los barrios latinos, también fue reducida a cero, lo que afectó drásticamente el posicionamiento del periódico, que entre otros, tuvo en su personal técnico a la diagramadora dominicana Nieves González que se retiró por antigüedad en el trabajo.
Los ejecutivos dice que el periódico tiene actualmente 294,769 lectores diarios y 676,570 lectores únicos cada semana. En internet, llega a más de 5 millones de usuarios mensualmente y cuenta con más de 800.000 seguidores en redes sociales, según el perfil publicado.
Las oficinas del periódico están ubicadas en el séptimo piso del edificio 15 en el complejo MetroTech Center en el centro comercial de Brooklyn, donde se mudó desde Manhattan como parte de sus reformas El editor puertorriqueño del periódico, Carlos D. Ramírez y su grupo de inversión El Diario Associates, compraron el periódico en 1989 a Gannett por poco más de 20 millones de dólares, pero el periódico no había sido rentable durante dos o tres años y la circulación había disminuido de un máximo de 80.000 a menos de 70.000. Con la incorporación de nueva tecnología y el periodismo mejorado, Ramírez pudo aumentar la circulación a 68.000 en el momento de su muerte en 1999 y devolver la rentabilidad del periódico.
Bajo su dirección el periódico fue reconocido como Mejor Diario Hispano de la Asociación Nacional de Editores Hispanos en Estados Unidos.
El Diario Associates se unió en 1995 a Latin Communications Group, una firma que opera 18 estaciones de radio, con Ramírez dirigiendo la división de impresión del negocio y sirviendo en la junta.
El Diario Nueva York se fusionó con La Opinión, con sede en Los Ángeles, en 2004 para formar ImpreMedia. La Opinión es la editorial de periódicos en español más grande de Estados Unidos.
El periódico ha ganado muchos premios de la Asociación Nacional de Publicaciones Hispanas. En 2005, sus premios incluyeron el primer lugar en redacción editorial, reportajes políticos y culturales y redacción de largometrajes.
El principal competidor de El Diario era el periódico Hoy, un diario impreso fundado por el editor de origen cubano Tony Ibarría, con 180.000 lectores en Nueva York.
El 12 de febrero de 2007, ImpreMedia anunció la compra del periódico Hoy New York a la empresa Tribune Company a la que Ibarría se lo había vendido.
Por Miguel Cruz Tejada