La papada puede causar vergüenza, pero no hace falta esconderse tras una bufanda para ocultarla. Existen alimentos y ejercicios que se asocian a su prevención e incluso reducción. Esto se debe a que mejoran la tonicidad muscular, flexibilizan los músculos de la zona y reducen el volumen para volver a tener un rostro joven. Aquí puedes conocerlos:
Qué es la papada
La papada es una capa de grasa subcutánea que cuelga bajo la barbilla, dando un aspecto de “doble mentón”. Esta se origina con la edad, ya que los músculos que no se usan se atrofian y pierden tonicidad, mientras que la piel que los rodea ya no tiene tanto colágeno y se arruga o toma un aspecto “colgante”. Sin embargo, es un fenómeno que se puede prevenir y corregir:
1. Elevación de mentón
Con la espalda bien recta, echa la cabeza hacia atrás hasta mirar el techo y haz el gesto de “tirar” un beso lenta y pronunciadamente. Puedes repetir este ejercicio entre 5 y 10 veces, y realizar 3 sesiones al día. Esto te permitirá elongar y tonificar los músculos del cuello.
Con la espalda recta, coloca la barbilla sobre tus manos encimadas, luego, haz presión con la barbilla, oponiendo resistencia para que las manos no se bajen. Con 10 repeticiones 3 veces al día lograrás fortalecer el cuello.
Con la espalda bien recta, gira la cabeza hacia un costado intentando llevar el mentón al hombro. Luego rueda la cabeza hasta el centro del pecho y descansa, para luego repetir la operación, pero hacia el otro costado. Realiza 5 repeticiones a cada lado unas 3 veces al día, para aumentar la tonificación.
4. Relajación de la mandíbula
Inhala y exhala haciendo un fuerte sonido “Mmmmmm ” con los labios apretados. Luego abre la boca bien grande mientras dices “Ahhhh” con la lengua pegada a los dientes inferiores. Haz 10 repeticiones, tres veces al día. Esta es una sencilla manera de ejercitar los músculos y evitar que se atrofien.
5. Tonificación del cuello
Ejercita el platisma, el músculo que ayuda a mantener el cuello erguido y el mentón firme. Mantén apretados los labios contra los dientes mientras llevas la comisura de los labios hacia abajo. Repite este ejercicio unas 10 veces, 3 veces al día.
Para saber si estás haciendo bien los ejercicios, recuerda controlar con los dedos si sientes los músculos tensos. Al hacer cada movimiento no involucres otras zonas del rostro como entrecejo o párpados para prevenir la formación de arrugas.
Alimentos beneficiosos
Por sus propiedades diuréticas, laxantes, desintoxicantes y antioxidantes, muchos alimentos se han asociados con una disminución de la papada. Entre ellos se encuentra las bananas, remolachas, vegetales de hoja verde, limones, café, té verde, y arándanos. Por el contrario, las opciones fritas, azucaradas, o procesadas, favorecen la aparición de la papada.
La acción de masticar fortalece los diferentes músculos de tu rostro y cuello, permitiendo tonificarlos y evitar que se atrofien, eliminando así la papada. Solo recuerda realizar esta opción con prudencia, emplear una buena cantidad de chicle, masticar de forma exagerada y elegir opciones sin azúcar.
Propuestas diferentes
Existen productos cosméticos que combinan geles que prometen penetrar en la piel para reducir la piel colgante y eliminar la grasa. También existen cirugías, como la lipólisis o lipoescultura, en las que se recurre a un láser para eliminar la grasa y resaltar el contorno de la piel. Cualquiera sea la opción, un médico determinará si estos tratamientos son correctos para ti.
Recuerda
El aumento de peso también puede formar la papada por la mayor concentración de grasa en esa zona. Para complementar esta serie de ejercicios, deberás incorporar una dieta baja en calorías y realizar actividad física regularmente. Con el tiempo, notarás como se reduce la adiposidad en todo el cuerpo, incluida la papada.