Locura en Red Bull Ring, pole brutal de Hamilton seguido de Verstappen y tercer puesto increíble de Carlos Sainz con el McLaren
El algodón no engaña y el agua, en la Fórmula 1, tiende a aclarar y poner a cada uno en su sitio. Qué cosas, en el deporte de la precisión extrema, acostumbrados a la vuelta perfecta en las circunstancias ideales, sin una gota de combustible adicional y con neumáticos que aguantan apenas un intento, la pista inundada de Red Bull Ring permitió una clasificación espectacular en la que se exprimió cada minuto, con los 20 coches rodando constantemente en unas condiciones complicadísimas porque no dejaba de jarrear, sin agarre en el asfalto y evacuando, los Pirelli, 85 litros por segundo para que los coches más rápidos del planeta pudieran volar. Más bien, navegar. Sólo una pega: que no hubo público para vibrar con esta locura de clasificación en el GP de Estiria.
La pole se la adjudicó el Lewis Hamilton más brutal de siempre, con 1.2 segundos de ventaja, bailando sobre una pista impracticable y mejorando en los últimos compases cuando nadie más podía, siquiera, pensar en ello. El duelo lo mantuvo frente a Max Verstappen hasta el final, Mercedes contra Red Bull alternándose en lo más alto de la clasificación, pero el seis veces campeón sacó lo mejor de su talento y forzó la rendición de Mad Max, quien acabó el sábado cruzando las últimas dos curvas, bloqueadísimo, caído. El otro ganador de esta clasificación loca e increíble es Carlos Sainz, con un último intento que corta la respiración y tras sufrir en esa Q3 hasta alcanzar la vuelta perfecta. Llegó a tiempo, con el McLaren MC35, y fijó el tercer mejor registro de la sesión definitiva por delante de Mercedes, Red Bull, Ferrari o Red Bull. “¡Ole, ole, ole!”, gritaba a su ingeniero, Tom Stallard, después de jugarse el tipo para firmar su mejor posición de parrilla de siempre.
WHAT. A. LAP. 👊 It’s POLE for @LewisHamilton in Styria!!! pic.twitter.com/Ywd5us6d8s
— Mercedes-AMG F1 (@MercedesAMGF1) July 11, 2020
Brillaron también Esteban Ocon con el Renault y Pierre Gasly con el Alpha Tauri, cualquiera de los dos podía haberse colado en puestos de honor, y por eso terminaron delante de tipos duros como Daniel Ricciardo o Sebastian Vettel. El alemán, por cierto, fue más rápido que su compañero, Charles Leclerc, que se quedó eliminado en la Q2 con un undécimo puesto junto a otro triunfador, George Russell, quien llevó el Williams a cotas inimaginables en seco. Stroll (Racing Point), Kvyat (Alpha Tauri) y Magnussen (Haas) completaron esa criba.
Fue una hora y media intensísima, sin descansos, con alternativas y sobre un firme que mejoraba por momentos y se arruinaba sin avisar. No dejó de llover, no se secó el típico carril, y no mejoraron las condiciones pero sí los tiempos, conforme los pilotos adquirían confianza. De hecho, es justo reconocer el talento de los 20: apenas un accidente, el de Antonio Giovinazzi que coronó con bandera roja la Q1. En ese primer corte se quedó Checo Pérez y es extraño verle tan lejos con una maquinaria tan poderosa como es el Mercedes de 2019. También Raikkonen, Latifi o Grosjean, más el italiano.