El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró optimista el viernes sobre la posibilidad de contar con una vacuna contra la COVID-19, asegurando que espera que esté lista para fin de año o “quizás antes”.
“Estamos buscando tenerla para fin de año si podemos, quizás antes”, dijo Trump, al informar sobre la carrera en el país para desarrollar una inmunización.
“Creemos que vamos a obtener muy buenos resultados muy rápidamente”, dijo el mandatario a periodistas en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
Estados Unidos es el país más afectado del mundo por la pandemia del nuevo coronavirus, con 1,4 millones de contagios y unas 86.000 muertes desde que se registró el primer deceso vinculado al virus a principios de febrero.
A la pregunta de cómo se puede lograr una vacuna en un plazo tan acotado, Trump respondió que se iniciaron los trabajos en enero cuando se tuvo la secuencia genética del virus.
La proyección de Trump es más optimista que la de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que el jueves dijo que una vacuna podría estar lista en un año en un “escenario optimista”.
Trump también anunció que nombrará a Moncef Slaoui, el exjefe de vacunas de la farmacéutica GlaxoSmithKline, y al general del Ejército de cuatro estrellas Gustave Perna para dirigir la denominada “Operación Velocidad de la Luz”.
“Mi gobierno está otorgando aproximadamente 10.000 millones de dólares para apoyar un esfuerzo de investigación médica sin paralelo”, dijo, comparando la búsqueda de la vacuna contra la COVID-19 con el Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial que llevó al desarrollo de armas nucleares.
Trump agregó que cuando la vacuna esté lista, los militares se encargarán de distribuirla, y evocó un espíritu de cooperación global.
“Estamos trabajando juntos con muchos países diferentes”, aseguró.
– Expectativas moderadas –
Los científicos han advertido que, a pesar de los esfuerzos mundiales, es posible que nunca se encuentre una vacuna efectiva contra la COVID-19, o que algunas vacunas puedan ser contraproducentes y hacer que las personas sean más, no menos, propensas a infectarse.
Trump también trató de moderar las expectativas, señalando que combatir el nuevo coronavirus no es un tema “únicamente de vacunas”.
“Otras cosas nunca han tenido una vacuna y desaparecen. Así que no quiero que la gente piense que todo depende de una vacuna, pero una vacuna sería algo formidable”, afirmó.
Hasta ahora no se ha desarrollado una vacuna exitosa para ningún tipo de coronavirus que infecte a los humanos.
Los esfuerzos que se estaban llevando a cabo contra el coronavirus del SARS se detuvieron temprano porque la propagación de la enfermedad fue contenida después de infectar a unas 8.000 personas y por lo tanto no se consideró rentable tratar de desarrollar una inmunización.
Existen vacunas para los coronavirus animales, entre ellas para un tipo de coronavirus que infecta a los pollos. Pero esa inmunización también mata a un cierto porcentaje de pollos, y ese resultado no sería aceptable en humanos.
– “Estamos de regreso” –
Más allá de la carrera para obtener una vacuna contra la COVID-19 lo antes posible y que “millones de estadounidenses tengan acceso rápido a ella”, Trump destacó que Estados Unidos está listo para reabrir su economía, severamente golpeada por la paralización generalizada de las actividades desde mediados de marzo para evitar los contagios.
“Quiero ser claro: vacuna o no, estamos de regreso”, afirmó, en alusión al desescalamiento de las restricciones en curso en el país.
“Queremos ver a nuestro país comenzar a trabajar nuevamente. Nosotros creamos la mejor economía de la historia del mundo y lo vamos a volver a hacer. Van a comenzar a verlo en el cuarto trimestre o incluso antes”, aseguró Trump, que busca la reelección en noviembre.
Pero los últimos indicadores muestran que la principal economía del mundo está en muy mal estado y puede que no se recupere rápidamente, incluso cuando se levanten las medidas de confinamiento de la población.
El discurso de Trump fue interrumpido por las bocinas de camioneros estacionados desde hace varios días cerca de la Casa Blanca para exigir una revalorización de la tarifas de transporte de carga.
“Es una señal de amor”, comentó el presidente sobre el “ruido maravilloso” de las bocinas. “Se están manifestando a favor del presidente Trump y no en contra”.