La ciencia no se pone de acuerdo a la hora de explicar por qué las mujeres tienen orgasmos
Miguel Artime
Si entendemos uno de los mecanismos fundamentales de la evolución: el de que los características ventajosos de cara a la supervivencia de la especie, tienen una mayor probabilidad de traspasarse a la población futura, deberíamos caer en la cuenta del contrasentido del así llamado “misterio del orgasmo femenino”.
Me explico. Los hombres necesitan el orgasmo para reproducirse, porque este va intrínsecamente unido a la eyaculación. Las mujeres en cambio son perfectamente capaces de concebir sin que medie orgasmo alguno. ¿Entonces por qué la evolución ha mantenido un rasgo genético aparentemente inútil? Bien, para intentar desvelar este enigma, en LiveScience han consultado a algunos de expertos en biología evolutiva sobre las diferentes teorías existentes, ya que al parecer existe mucha división al respecto.
Kimberly Russell (ecóloga en la Universidad Rutgers de New Jersey) cree que las mujeres tienen orgasmos simplemente porque los hombres los tienen. La idea es que puesto que en las primeras etapas del desarrollo fetal todos somos básicamente iguales, con independencia del sexo que finalmente tendremos, las mujeres tienen orgasmos por la misma razón que lo hombres tienen pezones. Según esta teoría, las mujeres disfrutan del sexo por una mera “gratificación anatómica” asociada a nuestro pasado fetal en común.
Sin embargo esta hipótesis tiene un inconveniente, tal y como cita Patricia Brennan (bióloga evolutiva en la Universidad Mount Holyoke de Massachusetts). La adaptación va en contra de derroches de energía asociados a rasgos corporales no beneficiosos, como los pezones en los hombres, que están en constante reducción y que acabarán por desaparecer. Sin embargo, ese no es el caso del orgasmo femenino, que tiende a durar más que el de los hombres y que a demás puede darse varias veces durante un mismo acto sexual, cosa muy infrecuente en los varones.
Brennan añade además que, al contrario que sucede con los pezones masculinos, los órganos anatómicos asociados al orgasmo femenino (especialmente el clítoris) poseen estructuras que se han desarrollado de una forma increíble. Por esa razón, Brennan ve la mano de la selección natural tras el orgasmo femenino, aunque efectivamente no juegue ningún papel en la concepción.
¿Pero fue necesario en el pasado? Tampoco en esto los biólogos se ponen de acuerdo. Cuando una característica biológica aparece por razones adaptativas, y pasado el tiempo deja de tenerlas, lo normal es que desaparezca. Basándose en esta idea, tal vez el orgasmo femenino juega un papel en la reproducción, de hecho algunos trabajos sostienen que las contracciones vaginales que sobrevienen con el orgasmo, podrían ayudar a que el esperma (si el orgasmo masculino se da simultáneamente) se adentre más fácilmente hacia los ovarios. Sin embargo, para ser sinceros no hay evidencias fuertes que relacionen los orgasmos femeninos y la concepción.
En cuanto a que dicha relación existiera en el pasado, algunos biólogos creen que así pudo ser. De hecho, las hembras de algunas especies de mamífero bien conocidas (como las conejas y las gatas) ovulan solo cuando se aparean. Tal vez nuestros ancestros más antiguos, a medida que descendemos por el árbol de la vida, inicialmente necesitaran del orgasmo femenino para la concepción.
Como vemos hay mucho debate, y nada parece aclarar el misterio. Sea como sea, mi hipótesis favorita es la idea sostenida por kimberly Russell, para quien el orgasmo pudo evolucionar sin relación alguna con la reproducción, simplemente por placer.
De hecho sexo y placer no tienen por qué ir de la mano. En muchas especies animales el sexo es algo sumamente doloroso (cuando no mortífero como les sucede a los machos de algunas especies de arácnido o la mantis religiosa) pero aún así sucede, porque el futuro de la especie está en juego.
Entonces ¿qué tal si tanto hombres como mujeres disfrutamos del sexo simplemente por su importancia como rol social? En efecto, el sexo libera estrés y fortalece los lazos de la pareja. Nuestros ancestros humanos pudieron haber practicado el sexo para crear grupos más cohesionados, tal y como hacen ahora los bonobos. Esto pudo ayudarles a superar los conflictos y a cimentar sus redes sociales.
Una razón tan poderosa podría explicar que, el orgasmo femenino no solo haya desaparecido, sino que parezca gozar de mejor salud que nunca, como bien saben los fabricantes del famoso Satisfyer. ¿Cómo lo veis?
Me enteré leyendo LiveScience.