Con el 97,59% del conteo realizado, el candidato opositor del Frente de Todos suma el 48,04% de los votos y el presidente Mauricio Macri 40,44%. El jefe de Estado reconoció la derrota
Alberto Fernández se impuso este domingo en las elecciones de Argentina y, tras obtener más del 45% de los votos, se convirtió en el nuevo presidente del país sudamericano. El candidato peronista sucederá en el cargo a Mauricio Macri a partir del próximo 10 de diciembre.
Con el 97,59% escrutado, el opositor “Frente de Todos”, que tiene a la ex presidenta Cristina Kirchner como vicepresidente, alcanza el 48,04% de los votos, mientras que la fórmula oficialista de “Juntos por el Cambio” liderada por Macri, junto al senador Miguel Ángel Pichetto, obtiene el 40,44%.
Para ganar en primera vuelta, Fernández debía obtener más del 45% de los votos o más del 40% y superar en al menos 10 puntos a su rival.
Poco después de las 22, hora local, el jefe de Estado argentino ofreció un discurso a sus seguidores y reconoció la derrota. Felicitó a Fernández y dijo que lo invitó el lunes a la Casa Rosada para empezar a planificar la transición: “Lo invité mañana a desayunar en la Rosada porque tiene que empezar un período de transición ordenada que lleve tranquilidad a los argentinos. Lo único importante es el futuro y el bienestar de los argentinos”.
Prometió, además, construir una oposición “sana y constructiva”.
Minutos más tarde se presentó Fernández en la sede del Frente de Todos, con confirmó que el lunes se reunirá con el presidente: “Mañana me reuniré con Macri. Lo único que me preocupa es que los argentinos dejen de sufrir de una vez por todas”.
Habló Alberto Fernandez luego de los resultados de las elecciones 2019
“Vamos a hacer la Argentina que nos merecemos (…) El Gobierno volvió a manos de la gente”, enfatizó.
Cristina Kirchner, en tanto, quien se manifestó antes que el presidente electo, le envió un mensaje al jefe de Estado argentino: “Señor presidente, le voy a pedir todas las medidas necesarias para alivianar la dramática situación que vive el país”.
Ambos se manifestaron sobre la situación en la región. Criticaron a los gobiernos de Chile y Ecuador por las recientes protestas sociales, y respaldaron a Evo Morales, sobre quien recaen denuncias de fraude en las recientes elecciones en Bolivia.
Fernández también recordó al ex presidente de Brasil, Lula da Silva, quien este domingo cumple 74 años. El flamante mandatario argentino reiteró que Lula se encuentra detenido “injustamente” y, junto a sus seguidores, exclamó: “Lula libre”.
Con respecto a lo que sucedió en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto, la distancia entre Fernández y Macri se achicó. Además, si bien ambos candidatos aumentaron sus porcentajes, el actual presidente cosechó nuevos votantes. Pero esto no lo alcanzó para evitar que el aspirante peronista se ubicara debajo del 45%.
La propio ocurrió en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito a nivel nacional. La dupla kirchnerista conformada por Axel Kicillof y Verónica Magario se impuso con contundencia sobre los oficialistas María Eugenia Vidal y Daniel Salvador -actual gobernador y vicegobernador-, con el 52,08% y el 38,62% de los votos, respectivamente.
La elección en la Ciudad de Buenos Aires, por su parte, se desarrolló por primera vez de manera simultánea junto a los comicios nacionales. El actual jefe de Gobierno oficialista Horacio Rodríguez Larreta consiguió la reelección con un amplio triunfo sobre su principal contendiente, el kirchnerista Matías Lammens. Gracias al 55% de los votos evitó ir a un balotaje.
Además de elegir presidente y vicepresidente, los argentinos también acudieron a las urnas para renovar parcialmente la composición del Congreso, donde se ponen en juego 130 escaños en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado.
Quién es Alberto Fernández, el próximo presidente argentino
De bajo perfil y alejado desde hace años de la política activa, el dirigente peronista resultó la sorpresa de la campaña electoral. Abogado, de 60 años, llegó a las elecciones de este domingo como claro favorito, luego de que en las primarias de agosto, apoyado por una oposición peronista unificada, arrasó con el 48% de los votos.
El funcionario argentino solo en una ocasión había acudido a una elección popular. Eso fue en el año 2000, en las legislativas de la ciudad de Buenos Aires.
Su cargo más alto fue como jefe de gabinete del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y también de Cristina, en 2008, con quien rompió al cabo del primer año de gobierno, con declaraciones hirientes, en medio del enfrentamiento de la ex presidenta con los propietarios del campo y de los grandes medios de comunicación.
Hace 30 años se desempeña como profesor de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se graduó.
Pese a ejercer la actividad pública, su vida privada es poco conocida. En contrapartida, creó cuentas a su perro collie Dylan, en Twitter (@dylanferdez) y en Instagram (@dylanferdezok), quien protagonizó algunas de las perlitas de la campaña electoral.
Fernández tiene un solo hijo, Estanislao, de 24 años, de una relación terminada en 2005. Actualmente vive en pareja con la periodista de espectáculos y actriz Fabiola Yáñez.
Entre sus aficiones está la guitarra, compone canciones románticas y es un apasionado del rock argentino. También es fanático de Argentinos Juniors, el equipo de fútbol en el que empezaron sus carreras Diego Maradona y Juan Román Riquelme.
Economía, corrupción y América Latina
Esos fueron los ejes de una campaña que marcó, una vez más, las profundas diferencias entre el kirchnerismo y el gobierno de Macri. Pero lo que más inquieta en estos momentos a la sociedad argentina es la situación económica.
En el último tramo de su campaña, Fernández se esforzó por tranquilizar a los mercados, nerviosos por la aguda crisis económica que atraviesa el país.
Pese a mostrarse crítico del acuerdo que contrajo el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional, que en 2018 concedió un auxilio por 57.000 millones de dólares, el flamante presidente argentino descartó un cese de pagos como el de 2001.
También quiso llevar calma a los argentinos ante la fluctuación del dólar: “Vamos a cuidar sus ahorros, vamos a respetar sus depósitos en dólares. No tienen por qué estar nerviosos”.
Entre sus declaraciones más polémicas, cuestionó las causas judiciales contra Kirchner y sostuvo que “la justicia no está funcionando bien. Por lo tanto tenemos que revisar entre todos una alternativa”. “Esto no quiere decir avasallar su independencia, pero les voy a exigir a los jueces que actúen dignamente”, aseveró.
Cristina Kirchner, senadora desde 2017 y por ello con fueros parlamentarios, es indagada en varias causas por presunta corrupción y hay en curso un juicio oral en su contra.
Por su parte, Fernández también fue foco de fuertes críticas durante la campaña por su posición respecto a la crisis venezolana, luego de asegurar que Nicolás Maduro no es un dictador. El dirigente peronista considera que el venezolano es “un gobierno autoritario”. Previo a las elecciones, adelantó que, en caso de ganar, adoptaría una postura más similar a las de México y Uruguay, que reconocen a Maduro como presidente legítimo y favorecen un diálogo interno.
El gobierno de Macri, en cambio, reconoce a Juan Guaidó como presidente interino y ha sido una de las voces más fuertes de la región contra el régimen chavista. Incluso se unió al Grupo de Lima para denunciar las violaciones a los derechos humanos en el país caribeño. Ahora, con Fernández en el poder, se espera que retiere a la Argentina de ese bloque regional. infobae.com