La increíble historia de Rafael: un niño con autismo que domina nueve idiomas gracias a una tablet
Superación y esperanza desde Santa Catarina, Brasil
La conmovedora historia de Rafael, un niño brasileño diagnosticado con trastorno del espectro autista (TEA), ha inspirado a miles de personas alrededor del mundo. Durante sus primeros dos años de vida, Rafael no mostró signos de comunicación verbal ni interacción social, lo que llevó a sus padres a pensar que tenía problemas auditivos. Sin embargo, a sus 7 años, este pequeño prodigio ya domina más de nueve idiomas, un logro extraordinario que ha captado la atención internacional.
El diagnóstico y la búsqueda de respuestas
Juliana Lanser Mayer, madre de Rafael, llevó a su hijo de dos años a un neuropediatra, donde recibió el diagnóstico de autismo. Tres especialistas más confirmaron el mismo diagnóstico. A diferencia de sus otros hijos, Rafael tardó en alcanzar hitos básicos como sentarse o mirar a los ojos. “Hasta los 2 años no interactuó ni respondía a estímulos auditivos, aunque sus exámenes descartaron problemas de audición”, relató Juliana a BBC News Brasil.
La tablet que revolucionó su aprendizaje
Ante la falta de avances con terapias convencionales, los especialistas recomendaron usar una tablet como herramienta terapéutica. Aunque al principio los padres dudaron, decidieron intentarlo. Este dispositivo se convirtió en la ventana al mundo de Rafael.
El niño se concentraba intensamente en los videos que veía, lo que le permitió aprender inglés de manera autodidacta, sin clases formales ni viajes al extranjero. “Me preocupó y sorprendió que hablara inglés con fluidez, un idioma que no había estudiado”, confesó Juliana.
Potenciando habilidades con apoyo profesional
Actualmente, Rafael vive con su familia en Santa Catarina, Brasil, y es el tercero de cuatro hermanos. Con el acompañamiento de la neuropsicóloga Tatiana Schmidt, sus padres trabajan para potenciar sus habilidades comunicativas.
Tatiana señala que el portugués fue el cuarto idioma que Rafael aprendió, pero su preferencia sigue siendo el inglés, lo que motivó a sus padres a aprender ese idioma para conectarse mejor con él.
“Dado que el autismo no tiene cura, nuestro enfoque es fomentar su desarrollo a partir de sus fortalezas”, explica el abogado de la familia.
Un futuro prometedor y nuevas metas
Además de inglés y portugués, Rafael está aprendiendo árabe. Para equilibrar su rutina, sus padres limitan ahora el uso de dispositivos electrónicos a solo dos horas diarias, evitando que se concentre exclusivamente en ellos.
Hiperconcentración: una característica del autismo que impulsa el aprendizaje
La historia de Rafael ejemplifica la hiperconcentración, una capacidad común en personas con TEA que les permite enfocarse intensamente en temas específicos como idiomas, música o astronomía, sin distracciones externas. Esta habilidad puede ser clave para su desarrollo y éxito.
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Esta inspiradora historia de superación demuestra cómo la tecnología y el apoyo familiar pueden transformar la vida de un niño con autismo, abriendo un mundo de posibilidades a través del aprendizaje y la comunicación.



