El magistrado fija la vista el próximo 4 de marzo en Valencia, lugar de residencia de Javier Sánchez Santos
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El juicio contra Julio Iglesias por la demanda de paternidad
El juez de Valencia José Miguel Bort ha abierto juicio contra Julio Iglesias por la demanda de paternidad interpuesta por su supuesto hijo secreto Javier Sánchez Santos. Una vez rechazados todos los recursos planteados por el cantante, el juzgado ha señalado la vista para el próximo 4 de marzo.
Julio Iglesias, de 75 años, se ha negado a realizarse una prueba de ADN con la que refutar el resultado de la presentada por el abogado de Sánchez Santos, obtenida en Miami a través de una agencia de detectives, que reveló una coincidencia genética del 99,9%. El magistrado recuerda en su resolución que el cantante todavía está a tiempo de someterse a la prueba de ADN antes de que se celebre el juicio, que en principio se concentrará en una sola jornada.
La importancia de la prueba de ADN
El intérprete, mundialmente famoso por éxitos como Me olvidé de vivir y Me va, me va, puede no comparecer ante el juez, pero ello, como su rechazo a realizarse el test genético, jugaría en su contra, afirma el abogado Fernando Osuna, que ha representado a Javier Sánchez Santos. “Haga lo que será negativo para él. Está acorralado”, dice el letrado.
La presencia del detective en la vista
Quien sí está previsto que asista a la vista es el detective sevillano Luis Lara, que obtuvo la muestra genética de una botella de agua abandonada por Julio José Iglesias, el segundo hijo del cantante, en una playa de Miami. La baza que le queda al artista consiste en que su defensa desacredite la forma en que la prueba fue obtenida y custodiada antes de ser presentada ante la justicia en septiembre de 2017.
El pasado de Javier Sánchez Santos
Javier Sánchez, de 42 años, fue supuestamente fruto de la relación que Julio Iglesias mantuvo con su madre, la bailarina portuguesa Edite Santos, en una sala de fiestas de Sant Feliu de Guíxols, en Girona, cuando estaba casado con Isabel Preysler.
En los años noventa, la madre de Javier ya demandó al cantante en representación de su hijo, que entonces era menor de edad y estudiaba segundo de BUP. Un magistrado de Valencia le dio la razón, pero la Audiencia de Valencia revocó después la sentencia por un fallo formal relacionado con la fórmula de notificación. El tribunal atribuyó el error al juzgado, pero las consecuencias las pagó el menor. La decisión fue después confirmada por el Tribunal Supremo.
El impacto en la vida de Javier Sánchez Santos
La atención mediática que generó el proceso judicial convirtieron a Javier, que entonces tenía 15 años, en objeto de acoso escolar en el instituto al que asistía en la Malva-rosa, un conflictivo barrio del distrito marítimo de Valencia marcado en aquella época por la heroína y las pandillas juveniles. “No diría que fue la peor época de mi vida, porque cuando eres adolescente todavía no tienes muchas responsabilidades, pero fue dura. No es bonito ser famoso y pobre. La mía, al menos entonces, ha sido una fama incómoda”, afirmó en una reciente entrevista con EL PAÍS.
Javier Sánchez Santos abandonó los estudios, disfrutó de un efímero éxito como cantante y tuvo empleos muy diversos en Estados Unidos antes de regresar a Valencia, donde su última ocupación fue regentar una franquicia de productos de alimentación para deportistas propiedad de su antiguo agente. Si la justicia confirma que es hijo de Julio Iglesias, su nueva condición le permitirá recibir, si sobrevive a Julio Iglesias, una parte de la gran fortuna de su presunto padre.