La avena es uno de los cereales más conocidos, consumidos y saludables. Esto se debe a su variada composición, rica en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Si aún no la consumes, te presentamos sus principales bondades para que se convierta en una parte infaltable en tu dieta.
Cereal beneficioso
La avena es un alimento de grano entero, conocido científicamente como Avena sativa, y es el cereal con mayor proporción de grasa vegetal. Además, posee un 65% de grasas no saturadas, un 35% de ácido linoleico, hidratos de carbono de fácil absorción, sodio, potasio, calcio, fósforo, y es baja en calorías. Conoce que puede hacer por tu salud:
1. Disminuye el colesterol
Al ser consumida, la fibra soluble se transforma en una especie de gel que absorbe el colesterol “malo” y otros compuestos lipídicos, para luego eliminarlos a través de las heces. La avena es uno de los alimentos más ricos en este tipo de fibra, solo necesitas consumir una taza al día para poder disfrutar de este beneficio.
La insulina es una hormona que se encarga de transportar la glucosa entre las células. Cuando esta no es suficiente o no funciona adecuadamente, lo que ocurre en la diabetes tipo 1 y 2, el organismo puede correr peligro. Una manera de controlar los niveles de azúcar y evitar sus picos es mediante la dieta. Diferentes estudios encontraron que la avena sería una de las opciones más útiles.
Al igual que sucede con el caso del colesterol, la fibra soluble de la avena puede ayudar a mantener una buena salud digestiva. Esto se debe a que el gel que forma no solo absorbe sustancias dañinas, sino que funciona como ambiente ideal para el desarrollo de múltiples bacterias intestinales beneficiosas. Además, promueve la sensación de saciedad, lo que permite regular el tránsito de alimentos.
Esta posibilidad de estar satisfechos por más tiempo puede aprovecharse especialmente si se recurre a la harina de avena. Puedes utilizar este producto para reemplazar los preparados que normalmente se hacen con harina blanca, y así limitar el consumo calórico excesivo. Si acompañas esta alimentación con ejercicio, con el tiempo podrás bajar o mantenerte en el peso deseado.
El consumo de avena ayuda a fortalecer las funciones neurológicas, los especialistas indican que tomar un tazón de leche con copos de este cereal otorga la energía suficiente para mantener activas las neuronas. Esto sería posible gracias a su actividad sobre la salud arterial, que permite una mejor irrigación sanguínea sobre el cerebro.
Contiene altos niveles de antioxidantes, entre ellos los polifenoles y las avenantramidas, que ayudan a reducir los niveles de presión arterial al dilatar los vasos sanguíneos. De esta forma, permiten un mejor flujo sanguíneo y una mayor distribución de los nutrientes. Además, este cereal tiene efectos antiinflamatorios.
La avena molida favorece el cuidado de la piel, muchos jabones y productos de higiene la contienen. Incluso distintos organismos de salud aprobaron la harina de avena coloidal como una sustancia protectora de la piel. Esta, además, tiene una antigua fama en el tratamiento de diversas condiciones cutáneas, como eccema, resequedad, urticarias, acné y picazón.
El consumo de avena y sus derivados se relaciona con un menor riesgo de cáncer. Esto se debe a que posee polifenoles y avenantramidas, compuestos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Sin embargo, la evidencia científica que respalda este beneficio es insuficiente, por lo que se debe seguir estudiando sus efectos.
9. Mayores defensas
La avena posee una rica y variada composición nutritiva, que incluye vitaminas, especialmente E, K y del complejo B. Esto sería útil para estimular muchas funciones esenciales, como la coagulación, descomposición de grasas y fortalecimiento de las defensas. Los especialistas aseguran que combinándola con ejercicio regular podrás disfrutar de estas bondades.
Consumo recomendado
A pesar de sus beneficios, la avena, al igual que el resto de los cereales, debe consumirse con moderación. De lo contrario, los expertos afirman que podrían aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades del corazón, hipertensión, sobrepeso y obesidad, e incluso ciertos tipos de cáncer. Por ello, procura consumir entre ½ y 1 ½ taza por día.