Muchas veces puede parecer difícil satisfacer nuestros antojos dulces con deliciosos postres, a la vez que intentamos mantener un peso ideal, sin acumular grasas o calorías extras. Pero no te preocupes, no es una tarea imposible, siempre que recurras a las opciones correctas. Aquí te mostramos cómo lograrlo:
Casero y saludable
Una forma de reducir calorías y potenciar nutrientes en muchos postres es usando granos integrales en lugar de harina blanca, y lácteos bajos en grasa en lugar de los tradicionales, y limitando el azúcar con edulcorantes saludables. Aquí te mostramos algunas opciones para conseguir postres que no afecten tu peso:
1. Yogur
No solo es delicioso, el yogur es un alimento que también se destaca por la presencia de proteínas, esenciales para estimular el crecimiento celular, la construcción de masa muscular y la reparación de tejidos. Puedes preparar un postre a base de yogur sin grasa, con vainilla para saborizar y cubrirlo con salsas o trozos de tus frutas preferidas.
Normalmente este postre francés puede tener un alto contenido graso y de azúcar, ya que se elabora con crema, helado y chocolates. Sin embargo, puedes reemplazar algunos de sus ingredientes, como el azúcar por otro edulcorante, y la crema por yogur sin grasa. Añade bayas y frutos secos para saborizar, decorar y sumar más propiedades nutritivas a esta preparación.
3. Sorbetes y helados frutales
Una buena forma de saciar tus antojos de postres, sin sumar calorías e incorporando muchos nutrientes esenciales, es mediante las frutas. Si ya te aburre consumirlas directamente crudas, prueba preparando sorbetes, con tus frutas favoritas, agua, clara de huevo y edulcorantes, en lo posible estevia, xilitol o eritritol. Los moldes para sorbetes se adquieren en los supermercados o tientas.
Corta una sandía pequeña en trozos pequeños (desechando la corteza) y congélalos. Ponerlos en un procesador de alimentos con 1/2 taza de yogurt, 2 cucharadas de azúcar y una cucharada de jugo de limón. Procesar hasta que esté suave, teniendo cuidado de no dejar que se vuelva acuosa. Transferir a un plato de vidrio o cerámica poco profundo y congelar por al menos una hora. Puedes reemplazar el azúcar por stevia, a gusto.
Helado de frutas enlatadas
Similar a la combinación anterior. Añadir materia grasa, como yogur, o leche baja en grasas, a una lata de duraznos o damascos (chabacanos) al natural sin azúcar (diet) licuados. Incluso puedes agregar un poco de queso blanco para modificar su consistencia hasta encontrar la que más te guste. Colocar la preparación en moldes individuales y congelar. Decora con frutas, nueces o granola. Obtendrás un refrescante postre helado muy fácil de hacer.
4. Pastel de chocolate sin harina
En un procesador de alimentos, mezclar 200 g (7.5 onzas) de chocolate amargo (70% cacao), 1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar y 1/2 cdita. de té de bicarbonato de sodio hasta obtener una textura de arena gruesa. Agregar 10 dátiles sin hueso, 3 huevos, 1/4 taza de aceite de coco y vainilla y volver a procesar hasta unir todo. Poner la mezcla en un molde de 8 x 8 pulgadas (20 x 20 cm) y hornear a 350 ° F (180 C) durante unos 25 minutos o hasta que un palillo salga limpio. Sírvelo frío.
5. Frutas calientes
Si no se te antojan los postres fríos, prueba con opciones calientes, como peras pochadas con vino tinto. Solo debes hervir el vino con las especias que más te gusten, como jengibre, canela, clavo o nuez moscada, y luego agregar y cocer las peras por 15 a 20 minutos. También puedes optar por manzanas horneadas con miel y algo de mantequilla, junto a tus especias e ingredientes favoritos.
Recuerda, la gelatina en polvo saborizada puede tener un alto contenido de azúcar. Utiliza gelatina hecha en casa (a partir de hervir huesos) o compra gelatina sin sabor a la que le agregas jugo y pulpa de frutas. Ten en cuenta que algunas frutas no dejan que cuaje la gelatina: mangos, maracuyá, piña, higos, kiwis, guayaba, frescos o congelados, contienen una enzima que rompe las estructuras proteicas de la gelatina y no permite que se solidifique.
Los expertos aseguran que se pueden realizar cambios en torno al azúcar en la mayoría de los postres sin que se note la diferencia. Por ejemplo, colocando 3 cucharadas de azúcar en lugar de 4, o reemplazando partes por edulcorantes más saludables. Solo tendrás que aumentar la proporción de líquidos para equilibrar el azúcar faltante y conseguir el resultado tradicional.
Otra forma de cumplir con tus antojos sin sumar grasas, azúcar y calorías en exceso es limitando el tamaño de las porciones. En lugar de preparar un postre grande, puedes hacerlo en pequeños moldes, o cuando preparares tartas y galletas, hazlas de menor tamaño. También puedes disminuir la frecuencia con que comes postres, reservándolos para momentos especiales.
Recuerda
No existen soluciones mágicas. Seguir los consejos anteriormente mencionados es solo una parte del trabajo para poder saciar tus antojos de postres y mantener controlado tu peso. Pero para lograrlo, también debes mantener una dieta equilibrada y sostenible, realizar ejercicio regularmente y dormir lo suficiente. Lo importante es conseguir una relación saludable con lo que comemos.