Recorrer la Ciudad Colonial en un carruaje es uno de los principales atractivos para turistas, soñadores y aventureros que buscan conocer la historia del nuevo mundo como si se transportaran a la época colonial.
Sin embargo, el sufrimiento de los caballos que movían los coches y los desechos que estos dejaban a su paso le quitaba la magia al recorrido, hasta llegar a su fin durante la gestión del exalcalde David Collado.
Tras un tiempo fuera del área los coches vuelven a traer el cuento de hadas del siglo XVI a Santo Domingo, pero ahora en una modalidad eléctrica y amigable al medio ambiente.
Son los mismos coches, el mismo diseño, pero, ahora están adaptados a una nueva ingeniería que incluye bocinas, luces fijas e intermitentes, pedales para el freno y el acelerador e incluso controles de mando y reversa.
La parte eléctrica del carruaje fue realizada por el ingeniero industrial Libio Mussolini, quien con la abogada y emprendedora María Luisa Dietsch Castillo, propietarios de la empresa Andando, desarrollaron el proyecto junto a la Alcaldía del Distrito Nacional para rescatar los antiguos coches.
Según reveló la alcaldía, cada carruaje tiene un valor aproximado de siete mil dólares.
Mussolini explicó que la ingeniería de los coches es totalmente dominicana. Dijo que para obtener la fuerza empleada por los caballos se adaptó un motor en cada rueda sin afectar su estructura original.
En la parte trasera se colocaron dos baterías de 110 voltios, con una durabilidad de hasta 50 kilómetros que pueden ser cargadas en cualquier interruptor con dicho voltaje.
Su velocidad promedio es de 10 a 15 kilómetros por hora, parecido a la rapidez de una persona trotando.
Además, en el área del conductor se encuentra el botón de encendido, los pedales, el timón y una pantalla que indica el nivel de carga de las baterías.
Mussolini detalló que la mayor dificultad de rediseñar el coche fue lograr mantener su estabilidad ya que estaba diseñado para ser manejado con caballos.
“Hubiera sido más fácil hacer un coche desde cero, pero el ideal era mantener la esencia del original”, declaró.
Mussolini y María Luisa Dietsch Castillo expresaron que para realizar el proyecto se tomó el carruaje más deteriorado para poder analizar y resolver los posibles problemas que implicaba la reconstrucción.
Indicaron que la readecuación de los coches tomó unas tres semanas y se utilizaron piezas antiguas para mantener su estructura original.
Destacaron que la mayor ventaja del proyecto es que no habrá maltrato animal ni emisiones de gases, además, su costo operativo es muy básico, cuenta con un frenado hidráulico y como mantenimiento solo requiere un cambio de aceite para los frenos una vez al año.
“Con mucha pasión y con mucho corazón para esta tierra tenemos que decirle al mundo que aquí en República Dominicana sí se puede crear”, manifestaron los ejecutivos de Andando.
Los coches también contarán con grabaciones de audio en varios idiomas y audífonos para que los usuarios conozcan la historia del casco amurallado de la ciudad.
María Luisa aclaró que todos los cocheros que anteriormente trabajaban con los caballos son quienes conducirán los carruajes eléctricos como empleados de la Alcaldía, de esta manera se mantendrá la tradición de los recorridos en coche por la Ciudad Colonial sin que ningún animal sea maltratado, con una alternativa amigable al medio ambiente y con los mismos conductores, quienes serán entrenados para esta nueva modalidad.
Asimismo, la Alcaldía del Distrito Nacional informó que los conductores estarán uniformados e identificados y recibirán talleres de formación para el uso de los coches.
Apuntó que para adquirir el servicio se venderán tickets on-line, mediante una aplicación, pero hasta el momento no se ha anunciado el costo final de los boletos.
Andando es una compañía local encargada de modernizar los antiguos cocheros, es la primera empresa de construcción de coches eléctricos en República Dominicana usando la tecnología en favor del medio ambiente.
Sus propietarios, Libio y María Luisa comentaron que al ser una empresa reciente los prototipos de los coches coloniales fueron diseñados en una cochera con la pasión, lo cual despertó en ellos la motivación de construir el primer coche eléctrico hecho completamente en el país.