A 20 años de prisión y al pago de una indemnización de RD$2 millones fue condenado este lunes el hombre que hace más de un año obligó a su entonces pareja a raparse la cabeza con un abejón, supuestamente porque le había sido infiel y la grabó en un video con su celular, material que fue ampliamente difundido por las redes sociales, lo cual provocó indignación en la sociedad y daños morales a la víctima.
La sentencia contra Diego Mendoza (Chicoda), de 38 años, fue evacuada por los jueces del Segundo Tribunal Colegiado de Santo Domingo Este, al hallarlo culpable de “actos de tortura, barbarie y violencia” en contra de la víctima, identificada con las iniciales de P.G.O., de 27 años.
El hecho se registró en marzo de 2021 en el sector Mendoza del municipio Santo Domingo Este, provincia Santo Domingo. En el video se veía y escuchaba a la mujer llorosa diciendo que se merecía el castigo para que su pareja “no la matara”. Se escucha que el hombre le dice: “Prefiero no ponerte la mano… es mejor que te vean viva a que me vean preso porque yo te maté. Porque por cosas como esa es que matan mujeres, por burlarse de un hombre que te dio todo”.
“Son pocos los hombres que dejarían con vida por algo así y muchos me dirán: ‘porque la dejaste así y no la botaste de la casa’”, agrega Mendoza Martínez.
En un punto del vodeo el hombre hace que la mujer mire a la cámara y diga su nombre, para que todo el que vea el audiovisual sepa su identidad.
“Yo te mandé a recortarte la cabeza, porque no voy a ponerte la mano, pero tampoco voy a dejar irte así… Yo te trato como persona”, le dice a su pareja, mientras le entrega una máquina para que se rape la cabeza. Antes de eso, la mujer se estaba cortando el cabello con una tijera.
El dinero de la indemnización es para “reparar los daños causados a la víctima”.
Artículos violados
El Ministerio Público acusó a Mendoza de violar los artículos 303, 307, 309-1, 309-2 y 303-3 del Código Penal Dominicano, que sancionan las amenazas, actos de tortura y barbarie, así como golpes, heridas y violencia hacia la mujer.
De acuerdo al expediente, la víctima afirmó que había sido sometida a violencia física por parte de su entonces pareja en varias ocasiones, así como a maltratos psicológicos y retención en la casa en contra de su voluntad. Dijo que fue obligada por su verdugo a confesar que había sido infiel sin ser verdad.
Lo que dice el Ministerio Público
El expediente instrumentado por la fiscal investigadora Isaura Suárez, establece que la víctima, que trabajaba en una casa de familia en San Francisco de Macorís, relató que tenía dos meses y 15 días de relación con el hoy condenado.
Explicó que tenía un taxista que la movía a ella y a los niños que cuidaba y por aparente celos, Mendoza la golpeó y le pegó tan fuerte que le partió la mandíbula, dejándole una cicatriz y encerrándola en la casa sin dejarla ir al hospital.
Relató, que nuevamente en fecha 27/03/2021 fue a la policía e hizo la denuncia de que el agresor la tenía encerrada y no la dejaba salir y porque ella gritó, él tomó un cuchillo la amenazó e hizo que se calle, cortándola en el cuello y tampoco la dejó ir al médico.
Fue en fecha 14/03/2021, alrededor de las 11:00 de la mañana cuando el condenado salió de la casa a buscar dinero y cuando regresó, ésta tenía su maleta preparada en espera de que el hoy condenado le diera el dinero del pasaje que él le había prometido entregarle cuando regresara para ella volver a Nagua.
Sin embargo, según el Ministerio Público, lo que hizo fue vociferar palabras obscenas, preguntando que con cuántos hombres había estado, le arrebató el teléfono y comenzó a revisarlo, momento en el que le dijo que ella había estado con varios hombres, tornándose agresivo, arrojándole el dinero en la cara, advirtiéndole que no se iría de la casa, que se iría el lunes, y que hiciera lo que él le decía si no quería que la matara.
Enojado le pasó unas tijeras para que se cortara el pelo, mientras la grababa, haciendo que ella confesara que le había sido infiel. Luego le pasó un abejón para que se rapara la cabeza, con el propósito de subir el video a las redes sociales, acción que se pudo evidenciar, ya que el video se volvió viral.
En el juicio de fondo el fiscal litigante, Ignacio Rojas, “demostró con suficientes elementos probatorios la responsabilidad penal del condenado, por haber violado los artículos 303, 307, 309-1, 309-2 y 303-3 del Código Penal Dominicano, que sancionan las amenazas, actos de tortura y barbarie, así como golpes, heridas y violencia hacia la mujer”.