Caracas, Venezuela. El presidente Nicolás Maduro fue investido este viernes para un tercer mandato consecutivo como jefe de Estado de Venezuela, en una ceremonia celebrada en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, en Caracas. Maduro, de 62 años, asumió el cargo para el período 2025-2031 tras ser juramentado por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez.
El acto oficial estuvo marcado por un discurso del mandatario, en el que reiteró su compromiso con el pueblo venezolano y destacó que su liderazgo no responde a intereses extranjeros. “Este poder no me lo ha dado un Gobierno extranjero, ni un Gobierno ‘gringo’. Soy del pueblo, el poder le pertenece al pueblo y al pueblo me debo”, expresó Maduro, quien calificó su investidura como una “gran victoria” frente a lo que denominó “la diplomacia del engaño” por parte de actores internacionales.
Reforma constitucional y plan 7T
En su intervención, el presidente anunció que su primera acción será impulsar una “gran reforma constitucional”. Para ello, firmará un decreto que crea una comisión nacional e internacional destinada a trabajar en una reestructuración del Estado. Este proceso, según explicó, busca avanzar hacia una “democratización” del sistema político venezolano.
Maduro también presentó su plan de gobierno denominado las “Siete Transformaciones” o 7T, un modelo de desarrollo nacional basado en propuestas recogidas de distintos sectores de la sociedad para enfrentar desafíos como las sanciones internacionales y el bloqueo económico.
Controversias electorales
El líder chavista asumió el poder en medio de acusaciones de fraude por parte de la oposición, liderada por el excandidato Edmundo González. A pesar de haber obtenido el 51% de los votos en las elecciones de julio de 2024, la falta de publicación de las actas electorales por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), tras un ciberataque, generó cuestionamientos sobre la transparencia del proceso.
Maduro aseguró que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) confirmó la validez de los resultados al comparar las actas del CNE con las entregadas por otros candidatos. Sin embargo, González se negó a aportar la documentación requerida, lo que, según el presidente, demuestra que su objetivo era deslegitimar el proceso electoral y no competir de manera legítima.
Apoyo popular y rechazo internacional
El evento contó con el respaldo de una multitud de simpatizantes, quienes acompañaron al mandatario en su llegada al parlamento junto a su esposa, Cilia Flores. Sin embargo, la ceremonia fue ampliamente criticada por la comunidad internacional, que ha cuestionado la legitimidad de las elecciones y del gobierno de Maduro.
En un tono desafiante, Maduro declaró: “Ellos pretendieron convertir la elección de un país en una elección mundial. ¡El fascismo está derrotado, la oligarquía está derrotada!”. Además, destacó que Venezuela “está en paz” y continuará defendiendo su independencia y soberanía.
Con esta nueva etapa de gobierno, el mandatario busca consolidar su liderazgo frente a los retos internos y externos, mientras sigue enfrentando cuestionamientos sobre la legitimidad de su gestión.