Bartolo García
Santo Domingo. – El presidente Luis Abinader, acompañado de la primera dama Raquel Arbaje, asistió este jueves al homenaje póstumo del reconocido cantante dominicano Rubby Pérez, quien falleció trágicamente tras el colapso del techo de la discoteca Jet Set la madrugada del pasado martes 8 de abril.
En un solemne acto celebrado en el Teatro Nacional Eduardo Brito, el jefe de Estado y su esposa hicieron guardia de honor frente al ataúd del legendario artista, en compañía del ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, y del ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza.
Las honras fúnebres iniciaron a las 10:00 de la mañana en un espacio abierto al público, donde cientos de ciudadanos, artistas, autoridades y personalidades del ámbito político y empresarial se congregaron para despedir a quien fuera considerado “La voz más alta del merengue”.
Uno de los momentos más conmovedores del acto fue protagonizado por Zulinka Pérez, hija del fallecido artista, quien interpretó la canción “Color de Rosa”, la última que había cantado junto a su padre en una tarima horas antes de la tragedia. También emocionó con su interpretación de “Cuando se ama”, de Laura Pausini.
El ambiente fue de recogimiento, pero también de profundo agradecimiento y respeto por el legado musical de Rubby Pérez, cuya carrera marcó generaciones de dominicanos dentro y fuera del país. El público tuvo la oportunidad de acercarse al féretro para despedirse del artista entre aplausos, flores y lágrimas.
Finalizadas las honras en el Teatro Nacional, se informó que a las 5:00 de la tarde se realizará la sepultura cristiana en el parque cementerio Puerta del Cielo, donde descansarán los restos del merenguero que puso en alto la bandera dominicana en múltiples escenarios internacionales.
Sobre Rubby Pérez
Roberto Antonio Pérez Herrera, conocido artísticamente como Rubby Pérez, nació el 8 de marzo de 1956 en Haina, República Dominicana. Desde joven mostró un talento innato por la música y estudió en el Conservatorio Nacional de Música.
Inició su carrera artística en agrupaciones como Los Pitágoras del Ritmo y el Coro de la Sociedad de Orientación Juvenil, pero su primer gran salto ocurrió en 1980 al unirse a la orquesta de Fernando Villalona. Más tarde, en 1982, ingresó a la prestigiosa orquesta de Wilfrido Vargas, donde grabó temas icónicos como “El Africano” y “Volveré”.
En 1986 debutó como solista con su álbum “Buscando tus besos”, que contenía éxitos como “Dame veneno”, “Contigo” y “Ave de paso”. A partir de ahí, su carrera despegó con discos de oro, platino, premios Casandra y giras internacionales que lo consagraron como una de las voces más potentes y queridas del merengue.
A sus 69 años, Rubby Pérez era una leyenda viva del merengue dominicano, querido por varias generaciones y respetado por su disciplina, su humildad y su fidelidad al género musical que abrazó con el alma.
Con este homenaje de Estado, el Gobierno reconoce no solo su carrera artística, sino también su valor cultural y social como embajador del merengue dominicano ante el mundo.
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