Solo cinco peloteros en la historia han pasado de 60 cuadrangulares en una temporada, pero con el ritmo que Vladimir Guerrero Jr. lleva en la actual campaña, podría unirse al grupo que solo incluye a Barry Bonds, Mark McGwire, Sammy Sosa, Roger Maris y Babe Ruth.
Guerrero Jr. disparó su cuadrangular 22 de la temporada en el noveno episodio del partido del lunes, contra los Medias Rojas de Boston, su cuarto cuadrangular en igual cantidad de encuentros y el 12do en los últimos 30 días de acción, con los Azulejos de Toronto.
Eso lo pone con un ritmo de alcanzar 55 en la temporada, pero tomando en consideración el incremento de su producción jonronera en las últimas dos semanas, no sería extraño que logre aumentar su proyección.
Si Guerrero Jr. había estado caliente toda la temporada, en junio ha encendido aún más los motores, conectando en dos semanas (6) casi la misma cantidad de cuadrangulares que en abril (7) y mayo (9). Además, batea para una línea porcentual de .452/.540/.976, con 14 remolcadas, 10 anotadas, dos dobles y un triple.
Bonds es el dueño de la marca jonronera para una campaña, con 73, mientras que McGwire tuvo 70 en 1998. Sosa ligó 66 en 1998 y tuvo otras dos campañas de más de 60 (63 en 1999 y 64 en el 2001), en tanto que Maris conectó 61 en 1961 y Ruth 60, en 1927.
En la actualidad, Guerrero Jr. es líder de promedio de bateo (.346), jonrones (22), remolcadas (56), porcentaje de embasarse (.451), slugging (.697), OPS (1.158), OPS+ (159) y hits (79), además de bases totales (159) y boletos intencionales (5).
Solo 13 peloteros en la historia moderna del béisbol han logrado la Triple Corona de bateo, y el último fue el primera base venezolano Miguel Cabrera, cuando bateó .330, con 44 cuadrangulares y 139 remolcadas.
Con el ritmo que lleva hasta el momento, y el amplio margen en cada una de las categorías sobre sus rivales, es posible ponerse a soñar, aunque todavía faltan tres meses y medio de acción de temporada regular.
Pero con un bate prodigioso como el de Guerrero Jr., no se puede descartar absolutamente nada.