Por JUAN T H
Abierta y francamente considero que Manuel Durán debe continuar dirigiendo el Partido Revolucionario Moderno internacionalmente, no porque sea mi amigo, que lo es, al igual que su esposa Clara, sino porque es un hombre bueno, honesto, esposo y padre ejemplar que ha sido capaz de sacrificar su bienestar personal en aras de la unidad y el fortalecimiento del partido al que la ha dedicado muchos años de su vida.
Manuel Durán es un profesional con grados y posgrados académicos que bien ha podido servirle para hacer fortuna y olvidarse de la política que lo único que le ha dado es mucho dolor de cabeza y sinsabores al ver la envidia y la ingratitud de muchos de sus compañeros.
(Por esas razones cada vez estoy más lejos de los partidos, de la política y de los políticos)
Su lealtad no tiene límites. Ha estado al lado de Hipólito Mejía antes, durante y después de ser presidente de la República, sin reclamar nada a cambio. Fue cónsul general durante un tiempo relativamente corto, pero todos los dominicanos de la Florida lo admiran y respetan por el trabajo diáfano y transparente que realizó, reconocido incluso por la oposición política que luego ocupó la posición.
No escatima esfuerzo ni sacrificio para ayudar en el plano político y personal a cualquier compañero que lo necesite. Los residentes en Miami, Orlando, Tampa, Nueva York, Filadelfia, Puerto Rico, Panamá, España, Holanda y demás Estados y países, lo saben.
No sé cómo está la correlación de fuerzas. Para decir que Manuel Durán merece continuar dirigiendo el PRM internacionalmente no tengo que detractar ni desmeritar a sus contrincantes, porque al y al cobo, terminado el proceso, unos y otros deberán unirse y trabajar duro si quieren ganarle al PLD. Solo digo que si viviera en el extranjero y fuera miembro del PRM votaría con los ojos cerrados y levantando las dos manos, por Manuel Durán.
