La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) realizó un acto de grabación del asiento ocupado en el Edificio Copello por el presidente constitucional, coronel Francisco Alberto Caamaño, durante la Revolución de Abril de 1965.
El acto fue encabezado por la vicerrectora de Extensión, maestra Rosalía Sosa Pérez, quien tuvo a su cargo las palabras de bienvenida, en las que definió como un hecho trascendental que registra la historia dominicana.
Dijo que el edificio Copello, ubicado en la calle el Conde, esquina Sánchez; en la Zona Colonial, sirvió de base y acción al gobierno constitucionalista en armas, aprobado por el Congreso Nacional, de donde se emitieron decretos, leyes y disposiciones a favor del pueblo dominicano.
Sosa Pérez agregó que “la UASD hoy honra las memorias de aquellos hombres y mujeres que con valor y determinación se levantaron en defensa de la legalidad constitucional, de la autodeterminación y de la justicia social”.
Frente a un nutrido grupo de profesores, estudiantes, empleados de la academia estatal y de personas que transitaban por el lugar, Sosa Pérez dijo que la libertad y la democracia son conquistas que se defienden con firmeza, condición y hasta con la sangre.
Dijo además, que la UASD solicita a las autoridades competentes que el Edificio Copello sea declarado patrimonio histórico del pueblo dominicano y que además se habilite un museo, dedicado a la Revolución de Abril de 1965.
En el acto disertó el historiador Héctor Luis Martínez, quien ofreció una reseña histórica sobre los marines norteamericanos en Santo Domingo en el 1965 y señaló que con el golpe de Estado a Juan Bosch se impuso la disolución del Congreso, la persecución de los líderes de oposición, así como la militarización en todo el país.
Indicó que el contragolpe liderado por los movimientos constitucionalistas, de Enriquillo Restaurador Democrático liderado por Rafael Fernández Domínguez y sus acompañantes, Francisco Alberto Caamaño, Miguel Hernando Ramírez, Héctor Lachapell Díaz, Manuel Ramón Monte Arache, Juan María Lora Fernández, Mario Peña Taveras, entre otros.
El destacado historiador significó que con el desembarco de los marines y el complemento de los hombres de uniforme de la Fuerza Internacional de Paz (FIP), cobró vida el tiempo de la “diplomacia del gran garrote”, intervención forzosa en el Caribe y América Latina en los inicios del siglo pasado.
El acto, donde se rindió tributo a los constitucionalistas y al movimiento revolucionario, también fue escenario para la presentación de los grupos culturales de la UASD, entre ellos: grupo de poesía y las estatuas vivas del teatro; Éstas últimas acapararon la atención de los que pasaban por la calle El Conde.
Al acto asistieron además, los ex rectores y ex combatientes: Porfirio García Fernández e Iván Grullón Fernández; respectivamente. También, Vicenta Vélez Catrain, viuda Caamaño; maestra Teresa Espaillat, combatiente, así como profesores estudiantes y empleados de la academia.