La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), por instrucciones de su rectora, doctora Emma Polanco Melo, activó el “Plan de Contingencia para la Temporada de Huracanes 2021”, a los fines de tomar las medidas preventivas necesarias para ayudar al país a evitar pérdidas humanas y reducir los daños materiales que pudieran producir los fenómenos atmosféricos este año.
A través de una reunión virtual, la titular de la Dirección General de Gestión de Riesgos, maestra Roma Guzmán, dio a conocer los detalles del plan para la temporada de huracanes del Atlántico, que va desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre.
“El protocolo incluye brigadas médicas y de enfermería, campañas preventivas sobre enfermedades como dengue y malaria, disponibilidad de una flotilla de vehículos para asistencia social, al igual que una jornada de sensibilización con relación a las medidas que debe implementar la población antes, durante y tras el paso de una tormenta”, indicó Guzmán en el encuentro que contó con el respaldo del director de la Defensa Civil (DC), señor Juan Salas y de la directora de la Escuela Nacional de Gestión de Riesgos, señora Miguelina Tactuk.
De su lado, tanto Salas como Tactuk saludaron las medidas adoptadas por las autoridades de la academia estatal, al tiempo que destacaron lo oportuno que resulta un plan de esta magnitud para una temporada que por segundo año consecutivo encuentra al país afectado por la crisis del coronavirus.
El anuncio del plan de contingencia de la UASD se produce previo al inicio de una temporada de huracanes que, de acuerdo a predicciones, estará entre las más activas de los años más recientes.
Según el reporte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), un total de 13 a 20 tormentas con nombre, 6-10 huracanes y 3-5 huracanes mayores (categoría 3 o superior), podrían formarse este año.
Es por ello que las autoridades uasdianas, encabezadas por la rectora Polanco Melo han decidido de manera oportuna tomar las previsiones necesarias y ponerse a disposición de las instituciones de emergencia nacionales, bajo el interés de ayudar al país en todo lo que sea posible para evitar pérdidas mayores ante el eventual paso de un fenómeno.