El presidente culmina su giro radical con la elección de John Bolton como nuevo secretario de Seguridad Nacional
La purga en la Casa Blanca
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Washington.- La purga en la Casa Blanca continúa con el cese del consejero de Seguridad Nacional, el general Herbert Raymond McMaster, y la designación de John Bolton en su lugar. Esta decisión, a tan solo dos meses de las conversaciones directas con Corea del Norte, marca el final de una vertiginosa crisis de Gobierno que inició con la salida de Gary Cohn y la destitución de Rex Tillerson. Estos cambios representan la eliminación del ala moderada de la Casa Blanca y dan vía libre a la política ultranacionalista de Trump.
La salida de McMaster
La salida del teniente general McMaster era esperada. A pesar de ser una voz respetada, chocaba con Trump debido a sus posturas consideradas demasiado moderadas. La admiración del presidente por los militares con experiencia en combate fue lo que evitó su despido abrupto, a diferencia de lo sucedido con Tillerson. La Casa Blanca anunció que la marcha de McMaster fue de mutuo acuerdo, y el general también confirmó su retiro del ejército después de 35 años de servicio.
El nuevo rumbo de Trump
Con la designación de Bolton, Trump busca imprimir un giro a la derecha en un año con elecciones legislativas. Su agenda nacionalista incluye el fin del multilateralismo, guerras comerciales y la ruptura de tratados como el de Irán. Bolton, conocido por sus posturas extremas en política internacional, se alinea con la visión de Pompeo y aboga por la salida del pacto con Irán y no descarta la intervención militar en Corea del Norte, lo cual es relevante ante las próximas conversaciones con Kim Jong-un.
Reorganización en la Casa Blanca
Con la eliminación de McMaster, Tillerson y Cohn, el secretario de Defensa Jim Mattis es el último representante del ala moderada en la Casa Blanca. Sin embargo, se encuentra en minoría en un Ejecutivo controlado por halcones. La crisis también ha permitido el ascenso de Larry Kudlow y el regreso de Peter Navarro, quienes refuerzan la postura ultranacionalista y proteccionista de Trump.
