Por JUAN T H
El presidente Luís Abinader anunció una tregua en la presentación de La Semanal que se produce todos los lunes desde el Palacio Nacional. ¡Bien! Creo que el encuentro del mandatario con los medios le ha servido para mantener un contacto permanente con el pueblo a través de los periodistas y comunicadores que asisten frecuentemente al salón Las Cariátides de la sede de gobierno.
De igual modo considero que La Semana amerita algunos cambios en los temas que se abordan, en las preguntas, que no siempre tienen un sentido periodístico, sino más bien interesadas de grupos políticos y económicos con intereses bien marcados. Preguntas capciosas, interesadas, fuera de tono y hasta irrespetuosas. Pequeños discursos más que preguntas, etc. Pero bien, ese no es el tema central de estas breves líneas…
La tregua de La Semanal, hasta enero, me parece correcta. Descansa el presidente, que bien merece unos días de asueto, y descansan los medios.
Quisiera aprovechar la ocasión para proponer otra tregua, una muy particular. Una tregua en la lucha cada vez más extemporánea, descarnada y desgarradora que se libra en el Partido Revolucionario Moderno entre los aspirantes a la nominación presidencial que será en un par de años.
La dirección del PRM, Comisión Ejecutiva, creo que se llama, debe reunirse en los próximos días para solicitarle a los honorables aspirantes a sustituir al presidente Luís Abinader en el cargo en el 2028, a suspender, por dos años, por lo menos, la campaña interna, que se abstengan de proselitismo durante ese lapso.
Esa propuesta de tregua debe ser acogida por el presidente Abinader.
El dirigente del PRM que decida no se acoja a la medida, lo cual es su derecho, que renuncie del cargo en el gobierno. Si alguien, ministro o director general de una institución, quiere seguir en campaña, que lo haga, pero sin un puesto en el Estado, es decir, sin posibilidad de utilizar los recursos públicos para promoverse, ni para designar a sus acólitos en la nomina que maneja discrecionalmente.
Dos años de tregua o renuncia.
Lo que es igual no es ventaja.
El próximo será un año difícil para el gobierno. El presidente Abinader necesitará de todos los hombres y mujeres que dirigen tanto el partido como el gobierno. La unidad partidaria será fundamental. La política tiene que estar al frente todo el tiempo para poder cumplir con las metas estratégicas trazadas tanto para el partido como para el gobierno.
He dicho que el PRM tiene que aprender del pasado, no reeditar la lucha de tendencias que tanto daño le hizo al otrora poderoso Partido Revolucionario Dominicano que le impidió llegar al poder o mantenerse en el mismo durante muchos años, como lo hizo el PLD, siendo el “partido del pueblo, el partido de la esperanza nacional, el partido que trajo al país la democracia”, como afirmara muchas veces el doctor José Francisco Peña Gómez.
La lucha de grupos específicos, con “líderes” específicos, se convierten en pequeños núcleos, divorciados de la estructura orgánica del partido, que no acetan orientaciones ni mandatos de la Dirección Ejecutiva. Las tendencias mantienen dividido el partido y al gobierno.
Las experiencias políticas del pasado, amigos y compañeros son desastrosas.
Las tendencias impidieron el acceso del PRD al poder o le impidieron cohesionarse y gobernar el país durante un largo periodo. Hay que detener la lucha interna del PRM. Sólo el presidente Abinader puede terminar con la guerra que están desarrollando determinados aspirantes presidenciales, atacándose unos con otros, descalificándose, insultándose, pagando periodistas y comunicadores para montar campañas sucias en contra de sus propios compañeros para descalificarlos. ¡No puede ser!
Tengo en mis manos las ultimas encuestas; algunos dirigentes del PRM, funcionarios, que andan recorriendo el país, gastando el dinero a manos llena, aumentando la nómina pública, no crecen, no avanzan, no impactan, no tienen la fuerza ni el liderazgo para convertirse en candidatos presidenciales, pues apenas tienen un dos o un cuatro por ciento. Me temo que, por el camino que va el PRM, terminará fuera del poder. Y será una lástima después de haber tenido un presidente de lujo como lo es Luís Rodolfo Abinader Corona.
Y no olviden que, siempre será mejor “arriba con presión, que abajo con depresión”, por torpeza, por mediocridad, por ambición desmedida, que fue lo que al final, sacó al PLD del poder. ¡No lo olviden!