ANABEL DÍEZ
Madrid.- Pedro Sánchez no ha logrado este domingo la mayoría absoluta necesaria para ser investido presidente del Gobierno en la primera votación en el Congreso de los Diputados. El candidato socialista ha obtenido 166 síes (PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias, BNG y Teruel Existe), 165 noes (PP, Vox, Ciudadanos, Junts per Catalunya, CUP, Navarra Suma, Coalición Canaria, Foro Asturias y PRC) y 18 abstenciones (Esquerra Republicana y Bildu). A la votación ha faltado la diputada de En Comú-Podem Aina Vidal, ausente por enfermedad y que no ha podido registrar a tiempo su voto telemático, favorable a la investidura de Sánchez.
Vidal, parlamentaria por Barcelona, acudirá en persona a la votación decisiva del próximo martes, en la que se prevé que el líder del PSOE logre la confianza de la Cámara por mayoría simple, es decir, más síes que noes, como ha sucedido esta mañana. El portavoz de Más País, Íñigo Errejón, ausente en el debate del sábado por enfermedad, sí ha asistido a la votación de este domingo. Otro diputado Íñigo Barandiaran, del PNV, sí ha podido votar por vía telemática al registrar el sufragio dentro del plazo.
En este segundo día de debate el ruido ha sido mayúsculo, especialmente durante intervención de la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, constantemente interrumpida por las invectivas de los partidos de derecha. La dirigente de la izquierda abertzale sucesora de la ilegalizada Batasuna ha criticado el “autoritarismo” del discurso de Felipe VI el 3 de octubre de 2017 tras el referéndum ilegal de autodeterminación de Cataluña, lo que ha desatado un aluvión de ataques desde la bancada del PP y Vox: “¡Asesinos!”, “¡Pide perdón!”, le han lanzado en referencia a la banda terrorista ETA.
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Se ha ofendido “a las instituciones”, según el presidente del PP, Pablo Casado, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, y la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Todo lo dicho por Aizpurua, entre otras cosas que “el Estado es autoritario”, está amparado por la libertad de expresión, de manera que no ha visto la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ninguna razón para actuar contra la parlamentaria de Bildu.
No estaba previsto en el guion que la intervención de Bildu diera lugar a una bronca sobre el terrorismo de ETA y el respeto a las víctimas. La bronca se la llevó Pedro Sánchez. Para UPN, según el diputado Sergio Sayás, el candidato socialista “se ha puesto de rodillas ante los que blanquearon a ETA”. Sí respondió Sánchez recordando las veces que UPN ha firmado acuerdos en Navarra con la coalición abertzale. Nada de lo que pidió la diputada de Bildu tuvo respuesta de Sánchez. Nada, ni a favor ni en contra, a la demanda de acercamiento de presos de ETA a las cárceles vascas. Yel candidato ve muchas dificultades para entrar a discutir sobre la transferencia de la Seguridad Social a la comunidad vasca. El pleno culminó con desagrado para todos. PP, Ciudadanos y Vox contra Sánchez, y otros grupos, por “los insultos y las amenazas”, que se habían escuchado en el hemiciclo, según la portavoz de Junts per Catalunya, Laura Borrás. El jefe de filas de los parlamentarios del PNV, Aitor Esteban, con cara de desagrado reconoció “estar aburrido de este espectáculo tan poco edificante”.
Nada que ver con los puntos de vista de Vox, a los que las políticas del PSOE les han permitido subir en votos y escaños, y no ha hecho más que empezar: “Les vamos a arrasar en las próximas”. Esta admonición fue del portavoz de la formación ultra, Iván Espinosa de los Monteros. “Esta democracia es tan grande que caben todas las muestras de intolerancia”, ha rematado la portavoz socialista, Adriana Lastra. Moderación y respeto, es la fórmula que ha recomendado Pedro Sánchez. La respuesta del candidato socialista fue la de contraponer “la coalición del apocalipsis a la progresista”.La sesión se reanuda el martes.
La votación ha seguido el guion previsto tras las intervenciones de ayer y las negociaciones de los últimos días. La diputada de Coalición Canarias, Ana Oramas, se ha mantenido firme en el voto negativo pese a la directriz de su partido de abstenerse. Y el parlamentario de Teruel Existe, Tomás Guitarte, ha votado sí pese a las fuertes presiones de los partidos de derechas, especialmente de Vox, para que incumpliera el pacto firmado con el PSOE. José María Mazón, del Partido Regionalista de Cantabria, que en julio fue el único partido que votó a favor de la investidura de Sánchez, que resultó fallida, ha votado no, como decidió la ejecutiva de la formación dirigida por Miguel Ángel Revilla.
La primera votación para la investidura de Sánchez se ha desarrollado sin sorpresas. Ha fracasado, por tercera vez en menos de un año, al no obtener la mayoría absoluta de la Cámara pero en 48 horas ya solo requeriría más síes que noes y lo conseguirá, según la misma alineación de fuerzas. Pedro Sánchez será investido presidente por la mínima lo que mantendrá la expectación y la preocupación de los socialistas y de Unidas Podemos. No puede haber más de dos bajas.
No tiene dudas Pedro Sánchez de que las llamadas de la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, para que “algún socialista” no vote esta investidura, reiterada este domingo por el presidente de Vox, Santiago Abascal, no tendrá acogida. “No sé con qué clase de diputados trata usted, pero pierde el tiempo con los socialistas, así que si tiene bolsas de dinero, guárdelas”, aconsejó la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra.
“La moderación y el respeto marcarán a la coalición progresista”, ha asegurado el candidato antes de la votación, tras constatarse en estos dos días de debate una enorme dureza en los discursos del PP, Vox y Ciudadanos. Los socialistas despidieron esta sesión con el reproche a Ciudadanos de tratar de conseguir la deserción de diputados socialistas. Cuando el Gobierno se constituya, no habrá tregua, según el aviso del PP, Ciudadanos y Vox.