El presidente de EE.UU., Donald Trump, que este jueves dio positivo por covid-19 junto con su esposa Melania, ha sido trasladado en helicóptero al Centro Médico Militar Walter Reed, donde permanecerá unos días por recomendación médica, según lo ha anunciado este viernes la Casa Blanca.
El médico presidencial, Sean P. Conley, confirmó poco antes en un comunicado que ve a Trump “fatigado pero de buen humor”. Sin embargo, la noticia de su positivo y de su hospitalización generan preguntas sobre qué escenarios podrían darse si el estado de salud Trump, de 74 años, empeora y se viera incapacitado para gobernar.
La Enmienda 25
La Enmienda 25 de la Constitución estadounidense estipula que “en caso de destitución del presidente de su cargo, de su muerte o renuncia, el vicepresidente asumirá la Presidencia”.
Según el texto, tan pronto como el jefe del Estado transmita a los presidentes del Senado y de la Cámara Baja su declaración por escrito de que no puede ejercer sus funciones, y hasta que no comunique por escrito lo contrario, sus poderes y deberes serán desempeñados de forma interina por el vicepresidente, en este caso, Mike Pence.
Sin embargo, Alyssa Farah, directora de Comunicaciones Estratégicas de la Casa Blanca, ya adelantó este viernes que Trump no se acogerá a la 25.ª enmienda constitucional, pese a su hospitalización.
Por otro lado, la Sección 4 de la enmienda, a la que nunca se ha recurrido, establece que si el presidente no renuncia voluntariamente a sus funciones, pero otros consideran que no es capaz de gobernar, el vicepresidente y “la mayoría de los principales funcionarios de los departamentos ejecutivos o de cualquier otro organismo que el Congreso disponga por ley” deben transmitir al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes su declaración escrita de que el el mandatario “no puede desempeñar los poderes y deberes de su cargo”, asumiendo el vicepresidente “de inmediato” sus funciones como presidente interino.
Si el presidente se opusiera a reconocer su incapacidad para gobernar, el vicepresidente y la mayoría del Gabinete tendrían cuatro días para declararlo inhabilitado por escrito ante el Congreso, y los legisladores tendrían 21 días para decidir si destituyen al presidente, lo que requeriría dos tercios de votos en ambas cámaras.
¿Y si Pence también quedara incapacitado para gobernar?
Mike Pence, que este viernes dio negativo en la prueba de covid-19, “se mantiene en buen estado de salud” y desea “lo mejor a los Trump en su recuperación”, según lo anunció su portavoz en Twitter.
Aun así, si el vicepresidente, que este lunes asistió a un acto en el Jardín de las Rosas junto con Trump y que —al igual que el mandatario— ha sido visto con frecuencia sin mascarilla en público, tampoco pudiera ejercer sus funciones como jefe del Estado, la siguiente en la lista de sucesión sería la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. La demócrata de California es seguida por el republicano de mayor rango del Senado, el senador Chuck Grassley de Iowa (de 87 años), presidente pro tempore de esa cámara.
Tras Pelosi y Grassley, la línea de sucesión del Gabinete es la siguiente:
1. Secretario de Estado (actualmente, Mike Pompeo)
2. Secretario del Tesoro (Steven Mnuchin)
3. Secretario de Defensa (Mark Esper)
4. Fiscal General (William Barr)
5. Secretario del Interior (David Bernhardt)
6. Secretario de Agricultura (Sonny Perdue)
7. Secretario de Comercio (Wilbur Ross)
8. Secretario del Trabajo (Eugene Scalia)
9. Secretario de Salud y Servicios Humanos (Alex Azar)
10. Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano (Ben Carson)
11. Secretaria de Transporte (Elaine Chao; inelegible)
12. Secretario de Energía (Dan Brouillette)
13. Secretaria de Educación (Betsy DeVos)
14. Secretario de Asuntos de los Veteranos (Robert Wilkie)
15. Secretario (en funciones) de Seguridad Nacional (Chad Wolf).