Por JUAN T H
En el programa de televisión que conduzco junto a George Rodríguez, por Teleradioamerica, el vicepresidente Ejecutivo del Partido Revolucionario Moderno (PRM), aseguró que su partido obtendrá entre 28 y 30 senadores en las elecciones del 19 de mayo próximo, y que el porcentaje en la cámara de diputados será similar a la barrida de las municipales, alrededor del 80%.
Tanto a George como a mí, nos pareció exagerada la cifra. Luego, revisando las encuestas y analizando la estructura orgánica del PRM en todo el territorio nacional, nos dimos cuenta, que Eddy, que ha recorrido el país varias veces, que conoce todas las provincias, con sus parajes y distritos, estaba en lo correcto, que no estaba exagerando, como suelen hacer los políticos en campaña.
Dijo más: “incluso la eventual victoria de Félix Bautista en San Juan está en peligro.” “No duden ustedes -añadió- que, en San Juan de la Maguana, donde ganamos la mayoría de los municipios y distritos, incluyendo Las Matas, donde tradicionalmente perdíamos, ganamos”.
¿Y en la capital? Preguntamos: en el Distrito pasará lo mismo: Ganaremos ampliamente con Guillermo Moreno, que es un ciudadano de bien, capaz, trabajador y de una honestidad a toda prueba”. “Es que el PRM tiene una estructura demasiado grande y poderosa. Guillermo cuenta con el respaldo absoluto del presidente Luís Abinader, de Hipólito Mejía, de José Ignacio Paliza, de Carolina Mejía, del mío y de todos los dirigentes y cuadros del partido.”
“El compañero presidente de la Republica arrastrará a muchos senadores y diputados del país con su influencia y liderazgo. Ahora si es verdad que el tsunami Abinader dará un tremendo golpe de pueblo con la victoria arrolladora de mayo “, puntualizó el vicepresidente del PRM.
Todo parece indicar que la oposición, PLD y FUPU, está entrampada y atrapada, que por más que brinque y salte, no alcanzará una votación que le permita una cuota significativa de senadores y diputados, que el PRM controlará tanto la cámara de senadores, como de diputados, lo cual le permitirá el presidente Abinader gobernar sin mayores obstáculos.
Para evitar conflictos y malquerencias, el gobierno le otorgará, a través de la Junta Central Electoral, los recursos económicos que reclama la oposición, algunos de los dirigentes lo malgastaran en orgías con prostitutas, chapeadoras y proxenetas, consumiendo finos licores, etc., sin ningún control, fiscalización ni consecuencias. El dinero que se les da a los partidos, en la mayoría de los casos, es dinero perdido, que se va en la cloacas de los vividores de la política. (Por eso estoy en contra del financiamiento de los partidos. El que quiera hacer política que lo haga con su dinero, no con el dinero del pueblo, ¡carajo!
Como anunció José Ignacio Paliza, presidente del PRM, le darán más dinero del que reclaman, cosa que no hizo en veinte años el PLD, tanto en los gobiernos de Leonel Fernández como en los de Danilo Medina. La oposición no tiene argumentos legítimos para criticar a la JCE, ni al presidente Abinader, por el contrario, debería elogiarlos por complacerlo en todo lo que piden. Ellos están derrotados. Y lo saben. pero, como dice la gente del pueblo, “el que está bueno no forza”; es decir, el que está ganado no busca, ni quiere problemas.
Si las cosas resultan como parece, el PRM y el presidente Abinader no tendrán excusas para producir los cambios y transformaciones que demanda la sociedad dominicana en los plano político, económico y social. Es mucho lo que falta por hacer. “El cambio sigue”, dice un eslogan del presidente Abinader. Confío en que así sea, que el cambio continúe en materia económica, sobre todo, porque la deuda social sigue siendo muy alta.
Está pendiente la reforma fiscal, que tendrá que ser discutida, analizada y consensuada, pensando siempre en no cargar demasiado a los pobres; habrá que modificar la Constitución para crear el Ministerio de Justicia, ponerle un candado inviolable a la Carta Magna para impedir el “Trujillo del siglo 21”, fortalecer los derechos y deberes de los ciudadanos, continuar combatiendo la corrupción estableciendo consecuencias para todos, evitando así injusticias y privilegios.
Elevar la inversión tanto en Educación como en Salud, proteger la frontera a partir de lo expresado por el presidente de que el territorio nacional no forma parte de la solución a los problemas de Haití, que protegerá la frontera y los dominicanos que residen en esa zona, etc.
Como puede verse, es mucho lo que falta por hacer para completar la obra de gobierno del presidente Abinader, y, en sentido general, del PRM, donde hay tantos hombres y mujeres valiosos con aspiraciones políticas genuinas, cuyo futuro dependerá del gobierno que realice Luís a partir de agosto próximo, cuando inicie su próximo cuatrienio.
Juan TH LAMBONASO Y BABOSO