El pandillero dominicano Eddy Manuel Almonte, de 31 años de edad, fue sentenciado el miércoles a cadena perpetua en la Corte Superior de Lawrence (Massachusetts) por la ejecución de un tiro en la cabeza del adolescente Nike Colón, de 20 el 17 de mayo 2018.
La condena, impuesta por el juez William Barrett da posibilidad a Almonte de pedir libertad condicional después de 18 años y medios cumplidos en una prisión estatal, en base a un acuerdo de culpabilidad entre la fiscalía y la defensa.
La madre de la víctima, Michelee Gerónimo calificó de muy blanda la condena reclamando que el asesino convicto de su hijo debió ser enviado a la cárcel sin ninguna oportunidad de volver a las calles.
Dijo que ella y su familia recibieron la sentencia más dura de todas: el asesinato de su hijo.
“¿Crees que el tiempo tras las rejas es duro?, Tenemos que vivir sin Nike”, añadió la madre llorando abiertamente mientras se dirigía al juez antes de la lectura de la sentencia.
Almonte se declaró culpable el miércoles del asesinato en segundo grado de Colón, a quien mató mientras la víctima estaba en un vehículo en suburbio de Haverhill en Massachusetts y luego huyó a Virginia donde fu capturado y extraditado a Lawrence.
El homicidio de Colón, que la policía dijo en su momento estaba relacionado con lucha de pandillas fue perpetrado por Almonte en la intersección de las calles Washington y Shepherd.
Colón murió del balazo en la cabeza y no se le encontró ningún arma, dijo la fiscal adjunta Karen Hopwood.
Almonte también se declaró culpable de asalto y posesión ilegal con arma de fuego y sin licencia por lo que adicionalmente fue sentenciado a entre 17 a 20 años en una prisión estatal, condenas que tiene que cumplir al mismo tiempo que la cadena perpetua.
El juez le dio crédito por 1575 días que ya cumplió en la cárcel desde su arresto el 28 de mayo de 2018 después de que huyó a Winchester, Virginia.
La madre insistió en que la sentencia fue “demasiado amable”, mientras otros familiares y amigos de Colón también lloraban en la sala del tribunal.
Nike era uno de los cinco hijos de Gerónimo, quien relató que Colón acababa de comenzar a vivir su vida y descubrir lo que necesitaba. “Mi hijo tenía una risa distintiva y áspera que hizo que todos a su alrededor también comenzaran a reírse”.
Ella sollozó mientras explicaba que nunca lo vería casarse o tener sus propios hijos.
“Todo lo que nos queda son recuerdos que se reproducen en bucle”, dijo mostrando dos fotos de su hijo para que el juez las viera.
Prometió que ella y los miembros de su familia estarán en todas y cada una de las audiencias de libertad condicional para luchar contra la libertad de Almonte.
“Nos aseguraremos de que no vuelvas a ver jamás fuera de los muros de la prisión”, dijo.
Almonte, interrogado por el juez durante la audiencia de declaración de culpabilidad, dijo que nació en República Dominicana y no había asistido a la escuela después del noveno grado. Tiene un hijo pequeño.
Cuando el juez Barrett le preguntó por qué estaba en la corte el miércoles, Almonte respondió que para declararse culpable hablando a través de un intérprete en español que le tradujo todo el proceso del inglés al español.
Se disculpó con la familia de Colón por todo el sufrimiento que le ha causado. Dijo que deseaba poder retroceder en el tiempo y deshacer todo el dolor y el sufrimiento de la familia.
También se disculpó con su querida madre por causarle dolor y con su pequeño hijo que por lo que hizo, no va a crecer con él.
“Desde el fondo de mi corazón, le pido que me perdone”, dijo Almonte, quien también ofreció sus disculpas a la corte.
Por Miguel Cruz Tejada