Varios senadores republicanos liderados por el cubano americano Marcos Rubio de Florida, están radicalizando sus argumentos para mantener el bloqueo contra la designación de la abogada dominicana Julissa Reynoso quien se desempeñó en el mismo cargo diplomático en Uruguay durante el Gobierno de Barack Obama y recientemente jefa del gabinete de la primera dama Jill Biden, acusándola de castrista y comunista.
Julissa, fue subsecretaria del Departamento de Estado para el hemisferio occidental que incluye América Latina y el Caribe donde brilló por una encomiable labor también en la administración Obama.
La dominicana, graduada en varias de las universidades más prestigiosas del mundo, se ha ganado el respeto y la admiración del liderazgo nacional demócrata, la diáspora dominicana y hasta ahora no había sido desconsiderada ni calumniada por ningún sector político incluyendo a los republicanos.
Rubio también cuestiona el nombramiento de Nicholas Burns como embajador en China, posición que está retrasando el esquema diplomático del Gobierno en Washington.
Ante las críticas por su oposición, el legislador hijo de cubanos exiliados en Miami y nacido y criado en Florida está radicalizando su decisión y auxiliándose de otros colegas con su mismo nivel de retrograda en las recientes sesiones del senado después del comunicado divulgado el 16 de este noviembre.
Uno de ellos, es el senador Ted Cruz de Texas.
Rubio dice que Julissa permitiría que España se haga de la vista gorda frente a los regímenes socialistas en América Latina y que Estados Unidos no puede usarla como delegada de los dictadores.
“Es una simpatizante y apologista del régimen de Castro”, argumenta Rubio en un comunicado.
“Reynoso no presionaría a España para que aumente la presión contra los regímenes autoritarios en Cuba, Nicaragua y Venezuela”, sostiene el senador ultraderechista.
“Posiblemente ella dejaría que España se hiciera de la vista gorda ante esos regímenes. Estados Unidos necesita a alguien que esté comprometido con la libertad y los derechos humanos en el continente, no una delegada de los dictadores.
Agregó que Reynoso estuvo implicada en el pasado en ayudar a intercambiar miembros del servicio de inteligencia del régimen cubano encarcelados mientras cumplían condena en una prisión estadounidense durante la política de deshielo en la administración Obama.
“Esto plantea serias dudas sobre el carácter y el juicio de Reynoso”, expresó Rubio refiriéndose a los tres años (2009-2017) que estuvo Reynoso como la principal funcionaria del Departamento de Estado para América Latina, manejando las políticas exteriores de Estados Unidos hacia Cuba durante los llamados años de deshielo.
En la audiencia para considerar la nominación de Reynoso a comienzos de octubre, varios senadores criticaron al Gobierno del presidente español Pedro Sánchez por oponerse a la posición de la Casa Blanca contra Cuba.
Encabezados por Rubio, los senadores republicanos presionaron a Reynoso para que influyera en el Gobierno español sobre temas latinoamericanos.
Rubio es vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado y uno de los miembros principales del Comité de Relaciones Exteriores de esa cámara.
Para ser confirmada como embajadora en España, la nominación de Reynoso fue aceptada en una votación de la Comisión de Relaciones Exteriores y en el pleno del senado.
El bloqueo dirigido por Rubio fuerza a que su nominación no sea sometida a votación en el pleno mientras se mantiene estancada.
Rubio, Cruz y Josh Hawley de Missouri mantienen el bloqueo la confirmación de decenas de embajadores, secretarios adjuntos de estado y otros nombramientos de alto nivel en relaciones exteriores.
En el caso de Burns, se esperaba que recibiera un amplio apoyo bipartidista, incluyendo el de Cruz.
Burns es una de las figuras permanentes más notorias de la diplomacia estadounidense que ha trabajado para presidentes demócratas y republicanos.
Se le considera un diplomático con carrera impecable y de gran balance.
“Nicholas Burns tiene una larga carrera en el servicio público, pero es una carrera definida por la falta de comprensión de la amenaza que representa el Partido Comunista Chino”, dijo Rubio.
Ahora, Rubio es calificado como un “acosador legislativo”.
Por Miguel Cruz Tejada