Rusia reiteró su apoyo al presidente venezolano Nicolás Maduro en vísperas de su próxima investidura el 10 de enero, a pesar de las denuncias de fraude electoral y el rechazo internacional a los resultados de las elecciones celebradas en julio. Según informó el Ministerio de Exteriores ruso, el ministro Serguéi Lavrov expresó este respaldo durante una conversación telefónica con su homólogo venezolano, Yván Gil.
“El jefe de la diplomacia rusa expresó su apoyo a la dirigencia venezolana en vísperas de la investidura de Nicolás Maduro para un nuevo plazo”, señaló el comunicado oficial del gobierno ruso.
El presidente Vladimir Putin fue uno de los primeros en felicitar a Maduro por su “reelección”, respaldando así a un aliado clave de Rusia en América Latina. Ambos países mantienen una cooperación estratégica en diversas áreas, incluyendo energía, turismo, educación, y defensa. En noviembre pasado, firmaron 17 nuevos acuerdos bilaterales durante la XVIII reunión de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel celebrada en Caracas.
El contexto electoral y la controversia
Maduro asegura haber ganado las elecciones de julio, pero el proceso ha sido ampliamente señalado como fraudulento por la oposición venezolana y cuestionado por numerosos países de la comunidad internacional. Bajo el régimen chavista, las instituciones electorales han sido utilizadas recurrentemente para consolidar el poder y suprimir la oposición, lo que refuerza las críticas hacia el sistema político del país.
En paralelo, Maduro anunció la creación de un equipo nacional e internacional para una “gran reforma constitucional”, con el objetivo de “democratizar aún más la sociedad venezolana”. Sin embargo, el proyecto carece de detalles concretos y ha generado escepticismo sobre si representa otro intento del régimen por afianzar su control autoritario sobre las instituciones del país.
Bajo el chavismo, las reformas a la Constitución han servido históricamente para consolidar el poder. Ejemplo de ello fue la enmienda de 2009 que permitió la reelección indefinida y la creación en 2017 de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), señalada como ilegítima por su falta de referendo consultivo.
Reformas legales y consolidación del poder
En las semanas previas a su nueva investidura, el régimen de Maduro ha impulsado reformas legales para reforzar su control político. Entre ellas, destacan modificaciones a las leyes electorales y de justicia comunitaria, las cuales otorgan mayor influencia al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en las decisiones judiciales y comunales.
Mientras tanto, el gobierno ruso reafirma su alianza estratégica con Venezuela, en un contexto de creciente aislamiento internacional hacia ambos países. Maduro, por su parte, continúa defendiendo su relación con Putin y su respaldo a la invasión rusa en Ucrania, describiéndolo como un defensor de la “democracia” y la “lucha antifascista”.
La toma de posesión de Maduro como presidente reelecto está programada para el 10 de enero, en medio de un clima político marcado por el rechazo interno y externo, pero respaldado firmemente por Rusia y sus aliados.
Con información de EFE