Dorian Rosario
En nuestros tiempos la responsabilidad personal ha pasado a ser ignorada como si fuese invisible aunque todos sabemos que no lo es. En el núcleo de la familia en donde inicia dicho valor está siendo obviada por una gran parte de los padres o personas adultas que allí conviven.
Todos estamos conscientes de que nuestros hijos, ya sean niños, jóvenes o adultos aprenden los ejemplos que observan en casa, sobre todo de las actuaciones de los padres y de otros miembros adultos de la familia.
Si en la misma los adultos no asumen, para empezar, las actividades cotidianas que se llevan a cabo en los hogares, tales como ordenar la casa, lavar los platos, sacar la basura, arreglar las sus cuartos, corregir cuando algo está mal hecho y explicar el porqué de la corrección, entonces están ignorando la responsabilidad que les corresponde hacer a cada miembro y por ende con su ejemplo, envían señales distorsionadas y eso es lo que aprenderán sus hijos.
Para Sánchez Urabú (2011) ¨La responsabilidad es un valor que inicia ejercitándose en la familia, en ella la persona va creciendo sobre elementos fundamentales para ejercitar la responsabilidad. La familia es el lugar en donde comenzamos a responder a nuestros primeros retos u obligaciones. Ayudar en casa es un actitud que nos prepara para ser responsables más adelante. Quien aprende a responder a las pequeñas responsabilidades, sabrá poco a poco responder a las siguientes. Hay personas que por las circunstancias de la vida hay tenido que ser responsables desde muy pequeños, pero también hay quienes nunca les enseñaron a ser responsables, porque durante su vida les resolvieron las pocas o muchas responsabilidades que tenían que comenzar a ser responsables desde pequeños, garantiza que la vida del hombre comprometido con la realidad del otro.¨ sea cual fuere la acción que esté ejecutando el adulto, será asimilada por el hijo que observa atentamente dicha acción y luego puesta en práctica cuando sea adulto como una enseñanza aprendida.
La responsabilidad personal tal cual dicha en estas palabras, es personal no podemos buscar culpables cuando no hemos hecho lo que nos corresponde hacer y que eso sea lo correcto sin importar el lugar y espacio donde se encuentra, sin importar la clase social, credo religioso o la naturaleza de nuestros actos.
Cada espacio en nuestra vida está íntimamente relacionada con la responsabilidad como lo es:
– Responsabilidad de cuidarte a ti mismo/a. Tomando decisiones a tiempo sin culpar a nadie por tus propias acciones. Y al momento de no estar de acuerdo con algo o alguien retirarse a tiempo.
– Responsabilidad como padre o madre de vigilar lo que enseñas a tus hijos y si algo esta incorrecto, modificarlo para que no se repitan patrones negativos en generaciones futuras.
– Responsabilidad como empleado, que cumple con su trabajo.
– Ser responsable de cuidar el medio ambiente que te rodea (plantas, animales, enfermos y envejecientes)
– Ser responsable como ciudadano.
– Ser responsable es también, si no te ha tocado ser parte de una familia en donde no se lleve a cabo esta labor de vida y deseas dar un giro a tu vida, buscar orientación, a través de un profesional de la conducta que te sugiera pautas para organizar aquellas cosas que no están en su lugar, nunca es tarde para realizar cambios positivos en nuestra vida, porque todos nos merecemos una vida plena y en paz.
Ser responsable en nuestros tiempos implica que cada acción que ejecutamos trae consigo una consecuencia, vamos a poner nuestra actitud positiva para generar ese cambio que necesitamos como seres humanos y así seremos creadores de cambios efectivos en nuestra familia y por ende en nuestra sociedad.
Por la Psicóloga Dorian Rosario M.A
