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Miguel Cruz Tejada

Altice

Nueva York.- El reconocido comunicador Manuel Ruíz, reportero de Telemicro Internacional en esta ciudad y otros estados de Estados Unidos, afirmó entre carcajadas y felicidad, que vivirá abrazado a un muerto que lo resucitó después de que se le trasplantó un riñón de un hombre de Oklahoma que murió de un infarto masivo y entre sus últimos deseos, estaba el de donar sus órganos, y adelantarse a una espera de más de 100 mil pacientes en lista de espera, lo que habría costado 10 años de su tiempo.

“Me veía muerto, muerto”, dijo Ruíz en una entrevista con este reportero desde su hogar en Nueva Jersey, al relatar el duro, doloroso pero exitoso proceso de su recuperación.

“El muerto me resucitó, me devolvió a la vida”, recalcó el reportero, al ser preguntado cómo se siente al tener un órgano vital de un difunto, cuya sombra podría perseguirlo de por vida.

“Viviré y dormiré abrazado por siempre a ese muerto, porque gracias a él, me devolvieron a la vida”, dijo Ruíz.

Antes de encontrar el donante compatible, el reportero anunció entre lágrimas en medios locales, que sus riñones estaban funcionando a un 16%, lo que representaba un alto riesgo de morir por complicaciones de su diabetes.

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Tuvo que someterse a diálisis casi a diario para que sus riñones funcionaran a “empujones”, pero aún así, sus esperanzas se diluían en la búsqueda de donantes.

Lo sumaron a la larga lista y luego de un año tratándose en el hospital Presbiteriano de la Universidad de Columbia en el Alto Manhattan, decidió moverse al hospital Montefiore de El Bronx, donde aseguró, fue mejor tratado y el equipo médico fue mucho más diligente en ese nosocomio.

“No conocía al muerto ni a sus familiares, no sé quien era”, explicó el reportero. “Dispuesto que sus órganos fueran donados”.

Ruíz narró que estaba recibiendo diálisis cuando lo llamaron para que fuera al médico. “Me llamaron a las 8:24 de la mañana, el 10 de enero, vi el corredero de los técnicos y estaba conectado con todos los cables que me pusieron, fue un milagro de salvación”.

Dijo que algunos parientes suyos estaban dispuestos a donarle el riñón, pero no eran compatibles.

“Eso fue en el hospital Presbiteriano, pero me retiré de ahí, porque fueron muy lentos. En el hospital Montefiore solo estuve un mes y apareció el riñón”, añadió.

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Relató que estuvo acudiendo al Presbiteriano desde el 6 de noviembre de 2017 y nunca apareció el donante.

“Nunca se reunieron conmigo y tomé la decisión por recomendación del doctor dominicano Mario García, quien es encargado de cardiología en el Montefiore y él, asumió mi caso.

Llamó al jefe del departamento, quien me evaluó en una semana”, contó el reportero.

Dijo que cuando el segundo hospital solicitó su récord médico, en el hospital Presbiteriano se negaron a entregarla y tuvo que volver allí para presionar, por lo que accedieron.

“Me regué y amenacé con demandar el hospital y en 24 horas enviaron la información. En el Montefiore, aparecieron dos riñones, el primero el día 4 de enero, pero en la biopsia, se detectaron dos quistes”, señaló el reportero.

Fue despachado a su casa el día 14 y el 16, fue sometido al primer chequeo post trasplante.

Ruíz dijo que no es supersticioso, por lo que no teme que el muerto vaya donde él para que le devuelva el riñón.

“Estoy abrazado a ese muerto, recibo ese muerto si viene, con muchos amores, porque gracias a él, he vuelto a la vida. Morir para vivir”, dijo jocosamente.

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