A la red social TikTok no sólo se han sumado reconocidas figuras de la política y el entretenimiento.
Esta red social también ha llegado a los centros penitenciarios del país, convirtiendo a sus internos en unos “tiktokers” muy poco convencionales.
A través de perfiles en esa red social, algunos con apodos y otros con nombre y apellido, los reclusos acumulan miles de seguidores que dan “me gusta” a sus videos dentro de las cárceles, siendo La Victoria una de las más populares.
Varios optan por colocar en su biografía algún mensaje que entienden puede inspirar a sus seguidores a “no caer en malos pasos”. Un ejemplo de ello es @lilplord01, quien escribe “Elige vivir la vida que quieras, pero nunca elijas la vida que elegí vivir”.
“Este es el lugar donde asta el mas inocente paga condena por los daño de otro pero Dios no te da batalla sino te pasa una buena alma para guerrear”, posteó @luismiguelguerr24.
Además de su condición de privados de libertad, algo que todos tienen en común es que desde sus celulares comparten videos de su cotidianidad, mostrándole a miles de personas cómo es su realidad dentro de las cárceles, sus comodidades y necesidades.
Como si se tratara de dos mundos paralelos que convergen detrás de unos barrotes, unos muestran sus “lujosas” celdas con televisores inteligentes, aires acondicionados, equipos de música y luces led.
En sus videos, @la_bolanta_adrian deja en claro que “ha pagado un dinerito” por las comodidades que tiene en su celda, a menudo visitada por otros reos que se reúnen para jugar videojuegos y escuchar música.
No faltan los comentarios de curiosos que se cuestionan si realmente se encuentra preso por los privilegios que tiene dentro de la cárcel. “¿Qué cuesta ese cuartico ahí?”, preguntó un usuario. “12,000 pesos dependiendo el que sea”, respondió otro.
“Un apartamento en Nueva York”, “Vivir así en la Victoria es un privilegio, bendiciones”, expresan sorprendidos otros usuarios.
A diferencia de los que tienen dinero para pagar por un espacio “cómodo”, los menos “agraciados” dejan ver sus colchones gastados, abanicos oxidados, cubetas para hacer sus necesidades y pisos sucios.
El hacinamiento también está presente. En varios videos se muestran a los internos compartiendo en los pasillos, celdas y el patio. Algunos hasta posan para la cámara.
Interactúan con sus seguidores
A través de los comentarios los reclusos entablan conversaciones con sus seguidores, algunos incluso les piden que suban más contenido a la red social.
Otros les desean que pronto cumplan sus condenas y que “Dios los ayude” a salir de la cárcel.
“Ojalá salgas pronto”, “Que Dios te ayude hasta que llegue la hora de tu salida de ese lugar”, se lee en varias publicaciones de @la_bolanta_adrian.
Sin embargo, a pesar de ser abiertos con su diario vivir, no suelen responder a las preguntas de curiosos sobre el motivo de sus condenas.
Contrario a eso, optan por defender su inocencia en sus publicaciones. “Tengo muchísimo tiempo aquí siendo inocente pero la vida el así”, dice @liliplord01 en uno de sus videos.
“Allá se encuentran encerrados entre cuatro paredes…”
La canción 7 Días del dueto venezolano “Memo y Vale” es su himno.
“Allá se encuentran encerrados entre cuatro paredes. En un mundo de barrotes que escaparse nadie puede…”, es un fragmento de la estrofa predilecta que los reclusos eligen para algunos de sus videos.
Los que ya han cumplido condena graban videos cruzando las puertas de la cárcel, como si se tratase de una despedida o un “hasta luego”.
Requisas y motines
No han sido una ni dos las ocasiones en las que las autoridades de los centros realizan pesquisas en busca de armas de fuego, armas blancas, teléfonos celulares y otros recursos que pueden ser utilizados por los reos para incurrir en delitos.
Casi siempre, los motines son los que incentivan las requisas en las que incautan estupefacientes, celulares, bocinas, armas, cuchillos, módems de internet y otros objetivos introducidos de manera clandestina.
En distintos Gobiernos se ha propuesto instalar bloqueadores de señales telefónicas y prohibir el uso de celulares en las cárceles, no obstante ninguna iniciativa prosperó.
La mayoría de las propuestas ha chocado de frente con problemas que han atacado por años al sistema carcelario dominicano: sabotajes, fallas eléctricas, descontrol y falta de presupuesto.
En el expediente de solicitud de medida de coerción contra el exprocurador Jean Alain Rodríguez y demás implicados en la “Operación Medusa”, el Ministerio Público señala que en la actualidad ninguna cárcel del país cuenta con bloqueadores de señales telefónicas.
No obstante, las autoridades reciben diariamente múltiples denuncias de ciudadanos que aseguran haber recibido llamadas y mensajes de texto por parte de reos que buscan robarles sus pertenencias, amenazarlos y/o extorsionarlos.
El plan de Domínguez Brito
El primer intento que se llevó a la práctica para colocar un sistema inhibidor de señales telefónicas móviles en las cárceles se le atribuye al exprocurador de la República, Francisco Domínguez Brito, quien en 2014 presentó su plan ante la población con un costo estimado de RD$100 millones.
El proyecto de prueba inició en la cárcel del 15 de Azua en la que se instalaron 10 bloqueadores, cada uno en un punto estratégico del recinto, a un precio que rondaba entre los RD$1.5 millones y los RD$1.8 millones.
No obstante, el exfuncionario indicó que el monto necesario para desarrollar totalmente el proyecto era “inalcanzable” para ejecutarse con el presupuesto del Ministerio Público.
El 21 de septiembre de 2020 el diputado Juan Julio Campos reintrodujo un proyecto de ley que se había depositado en la Cámara Baja con el objetivo de prohibir que los reos cometan crímenes desde las cárceles usando sus teléfonos móviles.