Por Juanjo Villalba
Con la llegada de las nuevas tecnologías y las nuevas formas de comunicación, se ha creado una forma de ser infiel. Es diferente a la tradicional y puede que nunca llegue a concretarse de una forma física, sino que se sitúe en un terreno intermedio, digital, un poco inocente y un poco ridículo, pero que a tu pareja no le haría ninguna gracia si se llegara a enterar.
Estamos hablando de las microinfidelidades, que podríamos definir como aquellas relaciones en las que se cruza una determinada línea de intimidad con una persona que no es nuestra pareja, pero que nunca se llega a concretar en algo físico, como una cita o puro y simple sexo.
Está claro que si te enteras de que tu pareja se está acostando con otra persona, estás ante una infidelidad, eso no tiene discusión, pero las microinfidelidades son más sutiles. Se mueven en una zona gris entre la amistad profunda o el flirteo más inocuo. Lo que sí está claro que ocurre en una microinfidelidad es que uno de los miembros de la pareja le está dedicando a otra persona una atención que habitualmente se dirigiría a la pareja.
A pesar de no implicar sexo, esos comportamientos pueden ser muy dañinos para una pareja y pueden llegar a causar su destrucción, principalmente porque se producen a espaldas de la pareja y pueden considerarse, al igual que la infidelidad tradicional, como un traición a su confianza.
Ejemplos de microinfidelidad
Existen múltiples ejemplos, pero aquí os dejamos algunos de los más comunes:
- Contarle a alguien, habitualmente a través de internet o redes sociales, que te sientes atraído por él o ella.
- Escribirse a todas horas, incluso o especialmente por la noche.
- Mentir u omitir que estás en una relación seria en redes sociales.
- Mentir a la pareja sobre lo que hacemos y sobre las razones por las que no podemos estar con él o ella.
- Reconectar con alguien del pasado a través de redes sociales o cualquier otro método y no contárselo a nuestra pareja.
En definitiva, se trata de una forma de no ser honestos con nuestra pareja y mentirle u omitir la verdad para poder dedicar tiempo a otra u otras personas. El nexo común de todas estas formas de ser infiel es que si la pareja se enterara esto le haría sentirse mal y traicionada.
Cómo saber si tu pareja está cometiendo una microinfidelidad
Dependiendo de la persona, detectar este tipo de infidelidades puede ser muy complejo, pero hay algunas pistas que te pueden conducir a descubrirlo. Veamos algunas de ellas.
- Tu pareja evita hablar de alguno de sus compañeros de trabajo que le llama o escribe a menudo.
- Oculta su teléfono y nunca te deja acceder a él.
- Suele quedarse a trabajar hasta tarde o está online mucho más tiempo que antes.
- Ha desarrollado nuevos intereses como el fútbol, el yoga, cierto partido político…
- Cambia algunas de sus rutinas y comienza, por ejemplo, a ir al gimnasio de forma obsesiva.
- Ha dejado de llevar su anillo de bodas sin motivo aparente.
Cualquier comportamiento extraño podría ser un signo de microinfidelidad.
De todos modos, también podría ser que no esté cometiendo ningún acto deshonesto. En el caso de que sospeches que tu pareja puede estar ocultándote algo, lo más oportuno es que, de la forma más calmada posible, te sientes a hablar con él o ella sobre lo que estás pensando y le pidas que sea sincero contigo.
Haya cometido o no la infidelidad, una conversación sana sobre el tema es posible que os ayude mucho en vuestra relación y os permita construir un futuro juntos más sólido o, al menos, dejar las cosas claras y poder dar los siguientes pasos de la manera más informada posible. es.yahoo.com