Por JUAN T H
Los aspirantes a dirigir el país a partir del 2028, tras el anuncio demasiado temprano del presidente Luís Abinader de respetar la Constitución gobernando sólo por dos periodos, se produjo una cantidad impresionante de dirigentes políticos que creyeron que su momento había llegado, que era el momento de lanzarse al ruedo.
Y así lo hizo una buena parte de los dirigentes del Partido Revolucionario Moderno. Todo aquel que alguna vez vio su nombre en letra de molde en un periódico pensó que tenía el potencial necesario para optar por la candidatura presidencial. Muchos sin formación política, sin cultura, sin conocimiento de la historia, de las luchas sangrientas del pueblo dominicano por alcanzar su independencia.
De repente el PRM se vio dividido. Las tendencias aparecieron como por arte de magia. Cada uno cogió un pedazo del partido, uno grande, otro pequeño, pero desde la teta el gobierno, que aun produce mucha lecha.
La candidatura presidencial se ha “cualquierizado”. Nadie quiere esperar su tiempo, escalar peldaño a peldaño la escalera del tiempo y la experiencia. La lucha interna es desgarradora, desgastante y en ocasiones aplastante.
Los aspirantes a la nominación presidencial dentro del PRM parecen antropófagos de la política, algunos son capaces de quedarse ciegos contar de que su contrario, del mismo partido, quede tuerto.
Parecen que no asimilaron la experiencia que dejó la lucha fratricida entre Antonio Guzmán, Jacobo Majluta, Peña Gómez, Salvador Jorge Blanco. El daño que la lucha de tendencia le hizo al PRD fue terrible. Recordemos la historia: don Antonio terminó cuidándose, Jacobo solo gobernó 43, no pudo volver al poder; Jorge Blanco terminó en la cárcel, solo y olvidado, Peña Gómez no llegó al Palacio Nacional tras la firma del el pacto rastrero, fascista y xenófobo del PLD y el PRSC; Hipólito Mejía terminó el primer mandato, pero no pudo reelegirse.
La crisis bancaria, que enfrentó con coraje y determinación, lo hizo pagar un precio político que lo sacó del poder. Luís Abinader cumplió un primer mandato, va por el segundo, pero en medio de muchas dificultades. Tendrá que emplearse a fondo y asumir con firmeza su liderazgo dentro del PRM poniendo la casa en orden, organizando y disciplinándolo.
No saben, los que aspiran a gobernar el país dentro del PRM que sin un gobierno exitoso de Luis Abinader, ellos, no importa como se llamen ni que grupo económico lo apoye, no tendrán ninguna posibilidad de ceñirse al lazo presidencial. Primero Abinader, luego Abinader. Siempre Abinader hasta que termine su mandato. El potencial éxito de cualquiera de los aspirantes depende del éxito de Abinader.
En el PRM hay candidatos muy flojos, que no proponen nada, que no tienen planes, ni visión de futuro, que, si por casualidad ganaran la convención de su partido, no sabrían qué hacer con el país, cómo enfrentar la crisis económica, que hacer con los miles de haitianos que viven en nuestro país ilegales, que hacer con la flora y la fauna, con la agricultura, con el turismo, las zonas francas, la inversión extranjera, la salud y la educación, que relación tendremos con el resto del mundo. ¿Seguiremos de rodillas ante Estados Unidos como ahora o por el contrario lucharemos por nuestra independencia y soberanía?
Siento que en el PRM hay proyectos económicos, no políticos. Y eso es altamente preocupante. ¡Por lo menos para mí! Los aspirantes del PRM en su mayoría no tienen propuestas políticas, económicas, sociales, no se diferencian entre sí, ni entre los potenciales candidatos de la oposición. En pocas palabras, no definen nada.
Me preguntan algunos amigos, ¿con quien estoy en la lucha interna? Mi respuesta es siempre la misma: “Yo estoy con Luis Abinader, estoy con el éxito del gobierno que preside Luis. Mi candidato en la convención será el que democráticamente selecciones del PRM, hombre o mujer, independientemente de mi simpatía personal. (Siempre he creído que el todo es más importante que cualquiera de sus partes)
El peor candidato del PRM, como digo una cosa digo la otra, siempre será mejor que el mejor candidato de la oposición. La oposición no tiene, a mi juicio, un candidato aceptable, bueno. Todos son peores. Ya estuvieron en el gobierno por 20 años dejando el país en bancarrota, sin dinero en las arcas del Estado ni siquiera para pagar la nómina pública.
Leonel es el padre de la corrupción moderna. Danilo Medina, un pichón de dictador que hasta intentó robarse unas elecciones, con cientos de escándalos de corrupción sobre sus hombros al igual que su padrino, maestro y socio, Leonel Fernández. Tanto el PLD como la Fujpu, están descartados política, ética y moralmente. Hagámosle una “auditoria visual” a todos los candidatos, incluyendo a Omar Fernández, más conservador y reaccionario que su padre, que mucho decir.
La oposición política no tiene nada que buscar. Es una oposición vacía, hueca, sin propuesta programática. En 20 años no hicieron nada por este país, más que robárselo, dilapidarlo y descuartizarlo, como hicieron con las empresas del Estado, incluyendo los ingenios azucareros. No proponen nada porque nada tienen que ofrecer.
Si el PRM hace lo que tiene que hacer, apoyar y respaldar al presidente Abinader, acompañarlo, trabajar con honestidad y trasparencia, no tengo dudas de que continuará en el poder más allá del 2028 al 2032. ¡Y quién sabe, no le pongo límites a la providencia!