Se le llama sobremesa al período en el que los comensales, tras la comida, permanecen sentados charlando. Para muchos, el broche de oro del almuerzo. Con el estómago lleno, se entregan a animadas conversaciones que, a veces, se alargan más de la cuenta. El problema es que las charlas pueden venir acompañadas de hábitos que quizás no sean los más saludables para que la digestión llegue a buen término. CuídatePlus ha echado mano de los expertos para saber qué no deberíamos hacer inmediatamente después de comer y por qué.
Una de estas prácticas es fumar. Da igual cuándo se haga, siempre va a resultar perjudicial para la salud, “pero después de comer puede ser aún más dañino”, afirma Pilar Esteban, responsable del Comité de Nutrición de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD). En concreto, la especialista señala que el tabaco “afecta la absorción de nutrientes y puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas gastrointestinales como úlceras, alterar la función barrera intestinal y provocar cambios en el ritmo intestinal”. Por todo ello, continúa la experta, “dejar de fumar es esencial para mejorar la salud del sistema digestivo y reducir los riesgos asociados”. Otro punto que genera debate es si tomar café justo después de comer es aconsejable o se debería esperar un tiempo determinado. La respuesta a esta pregunta se encuentra en el hierro de los alimentos que hayamos ingerido. “Dentro de los componentes del café, los taninos son uno de los potenciales elementos que influye en la absorción del hierro de la comida previa”, afirma Alba Santaliestra Pasías, secretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas y Nutricionistas (Cgcodn). De esta forma, “si en la comida se ha tomado una buena fuente de hierro, sería recomendable poder espaciar en el tiempo los alimentos ricos en taninos, como es el caso del café”, apunta la experta, quien agrega que otros productos con este componente son el vino tinto, el té y el chocolate, con los que sería razonable esperar el tiempo de la digestión, es decir, entre 60 y 90 minutos aproximadamente.
Siguiendo con el tema de las bebidas, Esteban aconseja evitar beber grandes cantidades de líquidos, especialmente fríos, inmediatamente después de la comida, pues pueden diluir los jugos gástricos y dificultar la digestión. Lo mismo ocurre con el alcohol, culpable de irritar la mucosa gástrica y de causar problemas digestivos. “También es aconsejable evitar alimentos muy grasos, picantes o pesados, que pueden aumentar el riesgo de acidez estomacal”, añade la nutricionista.
Dormir después de comer, ¿sí o no?
No siempre hay sobremesa. Muchas veces es saltada y sustituida por otro de los grandes placeres: la siesta. Sin embargo, los expertos aconsejan que ir a dormir inmediatamente después de la comida, puede perjudicar la digestión. “Cuando estamos en posición horizontal, los ácidos gástricos suben hacia el esófago con más facilidad, lo que puede causar acidez estomacal y enfermedad por reflujo gastroesofágico”, explica Esteban, y advierte: “La digestión puede volverse más lenta, lo que contribuye a la sensación de digestión pesada”. Por ello, en lugar de dormir, “es aconsejable dar un paseo ligero, o bien sentarse en posición vertical o sobre un respaldo reclinado durante al menos 30 minutos”, sugiere la especialista.
Esperar un rato antes del cepillarse los dientes
Si bien cepillarse los dientes es importante para la salud bucal, “hacerlo inmediatamente después de comer, especialmente si has consumido alimentos ácidos, puede dañar el esmalte dental”, advierte Esteban, quien asegura que es conveniente esperar al menos 30 minutos antes de proceder a la higiene dental.
La fruta, mejor en otro momento
La fruta es una opción más que saludable y un magnífico postre, eso es innegable. “Disfrutar de una porción de fruta después de una comida principal es una manera deliciosa de satisfacer el antojo de algo dulce y obtener nutrientes adicionales”, expresa el miembro de la FEAD. No obstante, aclara que comerla inmediatamente después de una comida “puede dificultar la digestión debido a las diferentes velocidades de digestión de los alimentos”.Por esta razón, comenta que es preferible consumir fruta en otro momento del día, como un tentempié entre las comidas principales, algo que ayuda a mantener los niveles de energía estables y evitar picoteos poco saludables. “Las frutas son una fuente de carbohidratos naturales y proporcionan vitaminas y minerales esenciales”, recuerda la especialista. Otra alternativa es incluir frutas en el desayuno, bien en cereales, yogures o batidos.
Ejercicio físico intenso, prohibido
Hacer ejercicio intenso inmediatamente después de comer puede aumentar la presión abdominal y puede provocar malestar y dificultar la digestión. “Esto se debe a que la digestión de los alimentos requiere un flujo sanguíneo significativo hacia el sistema gastrointestinal, lo que puede competir con la necesidad de enviar sangre a los músculos durante el ejercicio”, justifica la experta.De esta forma, se recomienda esperar al menos dos o tres horas después de una comida antes de realizar actividades físicas intensas. Como se ha comentado, un paseo suave después de comer puede ser beneficioso para la digestión.