El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, anunció este lunes que a partir del 27 de diciembre todos los restaurantes así como otros establecimientos de consumo de bebida y comida deberán requerir a sus clientes la prueba de vacunación o una prueba negativa -PCR o antígenos- realizada con 48 horas o menos antes de acceder al comercio.
De acuerdo con medios de la isla, el nuevo decreto eliminó la alternativa de 50 % de capacidad para los establecimientos que no requerían evidencia de vacunación o prueba negativa.
“La pandemia nos ha demostrado que no debemos bajar la guardia y que debemos permanecer siempre atentos a los cambios que surgen con las variantes. Mi exhortación continúa siendo la misma: toda persona que aún no haya completado su dosis de vacuna y el refuerzo, ahora es el momento de hacerlo. Detener la propagación del COVID-19 es trabajo de todos. Como he señalado, continuaré vigilante y estableciendo cualquier medida que entienda necesaria”, sostuvo Pierluisi.
La orden ejecutiva establece que todo pasajero vacunado o no vacunado que viaje a Puerto Rico por vuelo doméstico deberá presentar una prueba negativa de COVID-19, realizada 48 horas antes de llegar a la isla. Los viajeros que no cuenten con la prueba tendrán 48 horas para realizársela en Puerto Rico o serán multados.
Además, las personas no vacunadas que ingresen a Puerto Rico en vuelos domésticos también deberán hacer cuarentena de siete días, independientemente de que lleguen con o sin prueba negativa.
Actualmente, los viajeros sin vacunar tienen la opción de presentar una prueba negativa de COVID-19 realizada 72 horas previo a su llegada a la isla, o 48 horas para hacerse una prueba en Puerto Rico y notificar el resultado a su perfil del portal Travel Safe.
En el caso de los vuelos internacionales, se mantiene la disposición de que todo viajero tenga prueba negativa de coronavirus realizada al menos 24 horas antes del vuelo.