Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El reconocido psicólogo dominicano Henry Montero Tapia pidió al presidente Luis Abinader rechazar la propuesta del director de PROPEEP Roberto Ángel Salcedo para la construcción de una plaza memorial para honrar a las víctimas de la explosión de la semana pasada en San Cristóbal y destinar esos recursos para equipar a los bomberos, ambulancias, herramientas de protección y otros recursos que eviten en el futuro tragedias similares.
“¿Es un error del Gobierno construir una plaza memorial para las víctimas de un incendio por descuido?”, se preguntó el psicólogo que es también especialista en salud mental.
Dijo que el pueblo dominicano esta entristecido y en llantos con el siniestro en la provincia de San Cristóbal y envió su pésame a los compueblanos y familiares de las víctimas y los sobrevivientes.
“Estamos sumamente orgullosos de los héroes que lucharon para mitigar las llamas de ese candente infierno que acabó con vidas, destruyó propiedades, y traumatizó una nación”, añadió Montero Tapia.
“Aun con esta tragedia imploramos al Gobierno que provea a los servicios de emergencia con las dotaciones para atender a las emergencias, evalué los recursos que sería un gasto inapropiado en erguir un memorial cuando necesitamos ambulancias para los enfermos y los servicios de 911, camiones de bomberos con equipos para protección del personal y herramientas para apagar fuegos”, pidió l psicólogo al presidente Abinader.
Advirtió que con el dolor del pueblo dominicano no se relaja, añadiendo que el dolor y la tristeza que siguen a un evento trágico son incuestionables.
“La muerte de seres queridos, especialmente bajo circunstancias evitables, deja una marca indeleble en las comunidades afectadas”, subrayó.
“En este sentido, la propuesta del Gobierno de construir una plaza memorial para recordar a las víctimas de un incendio que se originó por descuido ha generado opiniones divididas.
Si bien es comprensible el deseo de honrar a las víctimas y proporcionar un espacio para el duelo y la reflexión, es esencial cuestionar si esta es la medida más apropiada y efectiva”, indicó.
Dirigiéndose a Roberto Ángel Salcedo, director de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia (PROPEEP), quien el viernes anunció la construcción de una gran plaza, en las inmediaciones del lugar de la explosión le dijo que antes que nada, es vital tener en cuenta que cada proyecto gubernamental se financia con recursos públicos, es decir, con el dinero de los contribuyentes.
“En una época donde hay múltiples necesidades sociales, como educación, salud y seguridad, es razonable preguntarse si el dinero destinado a la construcción de una plaza memorial sería mejor invertido en medidas preventivas. ¿No sería más prudente dirigir esos fondos a campañas de concientización, formación en seguridad y prevención de incendios o incluso mejoras en la infraestructura de bomberos?”, agregó.
Dijo que en la memoria colectiva una plaza memorial podría perpetuar la idea de que el incendio fue un evento fortuito, un golpe del destino, en lugar de un resultado directo de la negligencia humana.
“Es posible que, con el tiempo, las futuras generaciones no conozcan los detalles y solo vean el memorial como un recuerdo triste, no como una lección vital sobre la responsabilidad y la prevención”, explicó el psicólogo.
Consideró que dedicar un espacio para conmemorar un error evitable podría enviar un mensaje equivocado, aunque no es la intención, el Gobierno podría ser percibido como si estuviera glorificando o minimizando el descuido en lugar de enfrentarlo y garantizar que no vuelva a suceder.
“Construir una plaza lleva tiempo y dinero. En lugar de enfocarse en un proyecto de esta magnitud, el Gobierno podría tomar medidas más inmediatas y tangibles, como indemnizaciones para las familias afectadas, revisar y reforzar las regulaciones contra incendios o invertir en tecnología y formación para evitar futuros desastres”, sugiere el especialista.
Subraya que para que un incidente trágico no se repita, la sociedad debe aprender de él. “El enfoque debería estar en la educación y la concientización, no en la creación de monumentos. Una campaña de sensibilización nacional podría tener un impacto más duradero que una plaza en una ciudad específica”, añadió.
“Aunque la intención de construir un plaza memorial pueda surgir desde un lugar de empatía y respeto, es esencial que las decisiones gubernamentales reflejen las verdaderas necesidades y lecciones aprendidas de un evento trágico. La mejor manera de honrar a las víctimas no es a través de monumentos estáticos, sino a través de acciones concretas que prevengan futuros desastres y protejan la vida y seguridad de sus ciudadanos”, dijo.
Precisó que no se puede actuar con criterio demagógico como lo pretenden sus más altos funcionarios con estrategias utilizadas para conseguir el poder político que consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular.
“No se puede apelar al uso de un memorial que recuerde a todos la forma corrupta o degenerada de la democracia brindando un dote para apaciguar la pérdida de vidas humanas por negligencia del estado”, reclamó el psicólogo.
“Esperando que nuestra clase política se ilumine con la sabiduría del altísimo”, expuso.