Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El laureado psicólogo dominicano Henry Montero Tapia, especialista en salud mental apoya la campaña educativa que lleva a cabo el Ministro de Salud Víctor Atallah Lajam para prevenir nuevos brotes del dengue en la República Dominicana.
Montero Tapia, internacionalmente reconocido por sus investigaciones y ponencias sobre temas de salud, dijo que en un esfuerzo por contrarrestar la creciente amenaza que representa la epidemia del dengue, Atallah, ha lanzado una campaña educativa que pone en relieve la gravedad de la situación y busca movilizar a la población en torno a prácticas preventivas. Señaló que enfrentando lo que podría ser el peor brote del dengue en la historia de Las Américas, el ministro enfatiza la importancia de la concientización y la educación pública como pilares fundamentales en la lucha contra esta enfermedad.
“La epidemia actual muestra una concentración alarmante de casos en tres países: Brasil, Paraguay y Argentina, que juntos suman el 92% de los casos y el 87% de las muertes por dengue en la región, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Brasil, como epicentro, representa el 81% de los casos, seguido de Paraguay con el 6%, y Argentina con el 3,4%. Este patrón subraya la necesidad urgente de una respuesta coordinada y basada en la educación”, explica el psicólogo.
Montero Tapia indica que los desafíos en el manejo de la epidemia son múltiples y se ven exacerbados por factores como el cambio climático, que favorece la expansión de los vectores del dengue, los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, a nuevas áreas. “La pandemia de COVID-19 y la inestabilidad política y financiera en varias regiones han debilitado aún más los sistemas de salud, complicando los esfuerzos de respuesta y prevención”, añade el especialista.
Expresa que el enfoque de Atallah para abordar esta crisis se basa en tres pilares: la educación pública, el monitoreo y control de vectores, y la gestión integrada de mosquitos (IMM).
“La estrategia incluye la difusión de conocimientos sobre cómo evitar picaduras de mosquitos, identificar y eliminar criaderos potenciales, y reconocer los síntomas del dengue para una pronta consulta médica. Además, se hace énfasis en la vigilancia de los vectores para guiar las acciones de control y prevención”, subraya el psicólogo.
Destaca que la iniciativa también contempla el manejo de las secuelas psiquiátricas del dengue, reconociendo la prevalencia de condiciones como la depresión y la ansiedad en pacientes durante y después de la infección. Este enfoque integral refleja un compromiso con la salud física y mental de la población afectada.
“Con este enfoque proactivo y basado en la educación, el Ministro de Salud, Víctor Atallah, busca no solo mitigar el impacto del dengue en el corto plazo sino también fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a futuros brotes. Este esfuerzo requiere la participación activa de toda la sociedad, desde autoridades sanitarias hasta el ciudadano común, en la adopción de prácticas de prevención y en la respuesta a los desafíos planteados por el dengue y otras enfermedades transmitidas por vectores”, sostiene el especialista.
Explica que incorporando a las medidas ya delineadas por el Ministro de Salud, una recomendación crucial para fortalecer la lucha contra el dengue involucra la promoción activa de la participación comunitaria. “El enfoque debe extenderse más allá de las acciones individuales para incluir la colaboración entre vecinos, comunidades y organizaciones locales en las actividades de prevención y control del dengue”.
Entre las recomendaciones principales de Montero Tapia están el fomento de la participación comunitaria y para amplificar el impacto de las iniciativas contra el dengue recomienda organizar talleres de capacitación comunitaria en los que se pueden educar a los ciudadanos sobre la importancia de eliminar los criaderos de mosquitos, cómo hacerlo efectivamente y las prácticas de higiene necesarias para prevenir la proliferación del Aedes aegypti.
“Además, pueden servir para informar sobre los síntomas del dengue y la importancia de buscar atención médica temprana, implementar programas de vigilancia vecinal, establecer grupos de vigilancia comunitaria que puedan identificar y reportar áreas de alto riesgo, como terrenos baldíos, recipientes abandonados y otros posibles criaderos de mosquitos, a las autoridades locales para su pronta intervención”, agrega el especialista.
También promover campañas de limpieza comunitarias, fomentar la realización periódica de jornadas de limpieza en barrios y comunidades para eliminar los desechos que puedan acumular agua y servir como criaderos de mosquitos.
El psicólogo agrega que además se deben involucrar a las escuelas indicando que las instituciones educativas pueden jugar un papel fundamental en la sensibilización sobre el dengue como integrar programas educativos que enseñen a los niños y jóvenes sobre la prevención del dengue puede ayudar a llevar el mensaje a los hogares, promoviendo prácticas saludables en las familias.
“Esta recomendación busca complementar las acciones del gobierno con participación de la ciudadanía con una movilización comunitaria que permita una respuesta más ágil y efectiva frente al dengue”, expone el psicólogo.
Subraya que el éxito en la contención de esa enfermedad depende no solo de las políticas de salud pública sino también del compromiso activo y la colaboración de toda la sociedad.