Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El psicólogo dominicano y especialista en salud mental, Henry Montero Tapia radicado en esta ciudad, advirtió que la violencia contra la mujer que se verifica en todo el mundo, especialmente en la República Dominicana tiene un impacto devastador en las personas, las familias y las comunidades.
Montero Tapia, dijo que la violencia de género puede causar traumas físicos y emocionales, dañar la autoestima y tener consecuencias a largo plazo, como depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático principalmente entre las mujeres que son víctimas de sus agresores.
“Más allá del impacto directo en la víctima, también puede causar efectos dominó que se extiendan a sus seres queridos y a la sociedad en su conjunto”, añadió el especialista.
“Las mujeres que sufren violencia pueden tener dificultades para acceder a la atención médica, la educación y otras necesidades básicas. También pueden sentirse aislados y desconectados de los demás, lo que dificulta entablar relaciones saludables o participar en actividades productivas”, explicó.
Señaló que esa violencia también puede conducir a una disminución de las oportunidades económicas y una disminución de la calidad de vida.
“Además, la violencia contra las mujeres perpetúa el ciclo de desigualdad de género y refuerza estereotipos nocivos que restringen la autonomía de las mujeres y socavan sus derechos. Socava el progreso logrado hacia la igualdad de género y perpetúa el ciclo de la pobreza”, agrega.
“El verdadero impacto de la violencia contra la mujer es inconmensurable, pero está claro que los efectos son profundos y de largo alcance”, reveló.
Sostuvo que para combatir la violencia contra las mujeres, la sociedad debe trabajar para romper el ciclo de la violencia de género y priorizar la protección y el empoderamiento de ellas y las niñas.
“Esto requiere una acción colectiva y un enfoque integral que incluya la prevención, el apoyo a los sobrevivientes y el enjuiciamiento de los perpetradores. En última instancia, todos debemos trabajar juntos para crear un mundo donde todas las mujeres sean respetadas, valoradas y seguras para vivir sus vidas al máximo”, subraya el especialista.
“Golpear a una mujer puede tener un impacto sustancial en su salud psicológica. Las mujeres que han experimentado abuso físico o emocional pueden desarrollar una variedad de síntomas psicológicos, que incluyen depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático. Estos síntomas pueden ser duraderos y potencialmente podrían afectar todas las áreas de la vida del individuo”, indicó Montero Tapia.
“Las mujeres maltratadas también pueden experimentar sentimientos de vergüenza, culpa y baja autoestima, pueden sentirse aisladas e impotentes, temerosas de pedir ayuda o de abandonar la situación abusiva”, expuso.
“Algunas mujeres incluso pueden desarrollar una forma de síndrome de Estocolmo, en el que se apegan emocionalmente a su abusador, lo que les dificulta escapar y buscar ayuda”, reseñó.
Puntualizó que las mujeres que han sufrido maltratos pueden tener dificultades para entablar nuevas relaciones, lo que puede afectar aún más su salud y bienestar psicológicos.
“Pueden tener problemas de confianza y temer ser lastimadas nuevamente, lo que genera dificultades para formar relaciones íntimas. Esto también puede afectar las relaciones profesionales y sociales, limitando sus oportunidades de crecimiento y éxito”, señaló.
“Es importante reconocer el impacto psicológico del maltrato en las mujeres. Las personas que han sido maltratadas pueden necesitar una variedad de recursos y apoyo profesional para procesar sus experiencias y comenzar a sanar”, refirió el psicólogo.
Dijo que los grupos de consejería, terapia y apoyo pueden ser útiles para abordar los efectos psicológicos del maltrato y proporcionar a las personas las herramientas que necesitan para seguir adelante con sus vidas.
Uno de los casos sonoros más recientes en la República Dominicana es el de Amelia Alcántara, modelo, presentadora de televisión y comunicadora quien después de que se difundiera un video en las redes sociales en el que aparece su marido supuestamente maltratándola, negó la versión afirmando que ella no es víctima de nada ni de nadie, por lo que podría estar sufriendo del Síndrome de Estocolmo.