La pandemia ha supuesto un impulso del teletrabajo. Personas que antes debían desplazarse durante horas hasta su lugar de trabajo han dejado de hacerlo por lo que ahora pueden invertir más tiempo en otras actividades como el deporte, el descanso o, en algunos casos, el sexo. De hecho, diversos estudios señalan que el teletrabajo ha impulsado el tiempo que dedicamos a las prácticas sexuales.
Como comenta a CuídatePlus Francisca Molero, ginecóloga y sexóloga y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, “un estudio realizado por la Academia Internacional de Sexología Médica analizó este asunto en muchos países y vió que las parejas que convivían juntas durante el confinamiento y que tenían buena relación aumentaron la frecuencia y la satisfacción sexual. Y esto fue así porque una de las carencias que detectaban antes de la pandemia y del confinamiento es que no tenían tiempo para tener espacio juntos de intimidad”.
Ahora bien ¿qué ha ocurrido después del confinamiento? La realidad es que muchas de las personas que teletrabajan disfrutan más del sexo, incluso en horario laboral. De hecho, el sexo le sirve a muchos para desestresar, descansar o desconectar. Una encuesta realizada por Yellow Octopus entre más de mil empleados de Estados Unidos, Australia, Reino Unido y Canadá, concluyó que uno de cada cuatro empleados que trabajaban desde casa tenía sexo en horario laboral, concretamente, uno de cada tres hombres y una de cada cinco mujeres se masturbaba mientras teletrabajaba. La situación en España es más o menos similar. Un estudio realizado por Platanomelón, señala que un 24% de hombres y un 19% de mujeres asumen masturbarse en medio de su jornada laboral, una acción que tine un nombre procrasturbación. Esto es la masturbación en horario laboral, otro de los efectos de permanecer la jornada laboral entre las paredes de nuestra casa.
Anel Martínez y Andrés Suro, sexual coaches, aseguran que el teletrabajo ha mejorando mucho la vida sexual de los españoles (en solitario o en compañía) algo que, a su juicio, “tiene consecuencias muy positivas ya que aumenta la calidad de vida y el fortalecimiento de las relaciones personales, lo que repercute en una mayor productividad laboral”.
¿Distracción o concentración?
En opinión de Molero, “es cierto que, cuando una persona tiene una actividad sexual periódica, tiene integrada su sexualidad y no le produce un problema, tiene un bienestar añadido. Tener relaciones de manera periódica es saludable y aporta calidad de vida. Hace funcionar el cuerpo y esto es saludable”. Cuando tenemos actividad sexual solo o acompañado, “se ponen en marcha un montón de sistemas orgánicos, desde el sistema neuronal, endocrino, el vascular… pero además también interfieren la liberación de neurotrasmisores que nos modulan el estado de ánimo haciendo que nos sintamos mejor y consiguiendo que relativicemos más las cosas”, señala la experta.
Y esto, puede ayudarnos durante nuestra jornada laboral ya que tener un estado de ánimo positivo “hace que veamos las cosas de otra manera y que corporalmente nos sintamos mejor”. Al igual que cuando hacemos ejercicio físico, con la actividad sexual “liberamos endorfinas y esto tiene beneficios tanto a nivel psicológico como a nivel orgánico”, recuerda.
Los coach en salud sexual añaden, además, que una vida sexual activa mejora la memoria y capacidad de retención de conceptos. Todo esto hace que mejore el rendimiento laboral. De hecho, según los datos de una encuesta realizada en 2018 por LELO UK, marca de bienestar sexual y juguetería erótica, para saber más sobre cómo el sexo influye en nuestro rendimiento “un 63% de las mujeres encuestadas y un 66% de los hombres aseguraron ver incrementada su productividad al día siguiente de haber experimentado un orgasmo. Además, 4 de cada 10 participantes afirmaron que ese aumento de la productividad se alargó hasta cinco días más tarde”, afirma Valerie Tasso, sexóloga.
Por otro lado, según los coach, el sexo “ayuda a aliviar la tensión y el estrés, lo que provoca un aumento de la creatividad, la resolución de conflictos o la tranquilidad para afrontar dificultades en el trabajo, al margen de otros aspectos que benefician el estado emocional. “Ciertamente, el sexo aporta una serie de beneficios a nivel cognitivo, la liberación de endorfinas supone una mejora en el estado de ánimo, el sistema inmunológico y, junto a otras hormonas sexuales involucradas, influyen positivamente en los circuitos relacionados con la atención”, señalan.
Mantener relaciones sexuales (solo o en compañía) también tiene sus efectos positivos en cuanto a la reducción de la ansiedad, la mejora de la autoestima y del sueño, factores que cuando no son los apropiados, tienen una incidencia directa en el rendimiento profesional o incluso son responsables de bajas laborales. Además, destacan los expertos que “una vida íntima plena con la pareja puede suponer un aumento de la fidelidad y evitar tensiones sexuales con compañeros de la oficina”.
Si eliminamos el factor trabajo, “la masturbación además de placentera, regula el estrés y devuelve la sensación de calma de manera instantánea, mientras alivia la ansiedad y libera tensiones. Por otro lado, aumenta la productividad y concentración, equilibra el estado anímico y reestablece la homeostasis del cuerpo”.
En resumen, la masturbación “ayuda a que los efectos negativos que nos produce el teletrabajo se aminoren y nuestras hormonas se liberen hasta mejorarnos en todos los aspectos”.
Efectos negativos del teletrabajo
Como se ha visto, el sexo puede ayudar en nuestra faceta laboral, pero no siempre los beneficios son recíprocos. Según los expertos consultados, el teletrabajo puede llegar a tener efectos negativos en la vida sexual de las parejas, si no se gestiona bien. Y es que, trabajar desde casa puede provocar:
- Menos probabilidades de tener fantasías o sexo con otras personas: Al tener menos contacto con otras personas, recibimos menos estímulos para establecer vínculos sociales y eróticos.
- Poco tiempo de calidad: Pasar más tiempo en casa equivale a pasar más tiempo con nuestra pareja, lo cual no siempre es bueno, ya que puede llegar a atraer conflictos.
- Dificultad para diferenciar el trabajo de la casa. El teletrabajo promueve que las conversaciones giren en torno a nuestra vida laboral y esta práctica hace que nos cueste diferenciarla de nuestra esfera personal. Esto puede hacer que el erotismo desaparezca.
- Pasar demasiado tiempo juntos. Si los dos miembros de la pareja teletrabajan puede hacer que no exista un espacio personal para cada uno de ellos y provocar discusiones.
Consejos
El hecho de que nuestro lugar de trabajo sea nuestro hogar y no una oficina, por ejemplo, “exige poner en práctica con talento eso de la autodisciplina, algo en lo que algunas personas se muestran muy eficaces pero otras son un auténtico desastre”, señala Tasso. Lo que sí debería ser importante es “saber marcar los tiempos para cada cosa y saber cerrar actividades; por ejemplo, no alargar de manera indefinida el horario laboral o el requerimiento laboral“, aconseja.
Para conseguir una vida sexual de calidad trabajando desde casa, se pueden seguir estos consejos que pauta la sexóloga Nayara Malnero:
- El espacio de trabajo es importante. Es fundamental acotar un espacio cómodo, ordenado y donde podamos concentrarnos dentro de casa y dedicarlo al trabajo.
- Es importante delimitar el espacio laboral y el espacio personal. Si no tenemos una habitación independiente que nos sirva de despacho, podemos separar los espacios con un biombo o con una cortina. La idea es no ver el lugar de trabajo mientras hacemos otras cosas, como disfrutar del sexo con la pareja.
- Es fundamental no tener horarios infinitos ni desconexión constante. Debe haber un equilibrio.
- Evita la multitarea, siempre de uno en uno.
- Es importante respetar tanto el espacio individual y como el espacio en pareja.