JUAN T H
¿Por qué no fueron investigados por los sobornos de Odebrecht Danilo Medina, Leonel Fernández, Hipólito Mejía –él único en pronunciar un discurso y ponerse a disposición de la Justicia- Reinaldo Pared Pérez (Pechito), Cristina Lizardo, Temístocles Montás, entre otros?
Todos sabemos que el expediente en torno a los sobornos por 92 millones de dólares (4 mil 600 millones de pesos) fue elaborado con el propósito de marear al pueblo y garantizar la impunidad de los verdaderos responsables. Nadie tiene la más mínima duda.
Ese expediente, con matices políticos, no resiste un juicio de fondo, y mucho menos condenar a los imputados más allá de toda duda razonable.
El periódico HOY dice en una de sus “Capsulas” que “la impresión generalizada que hay es que el Ministerio Público no ha podido demostrar ante el juez que sigue el caso Odebrecht, que los empresarios y políticos Chú Vásquez y Andrés Bautista hayan recibido los sobornos que sostiene la Procuraduría General de la República. Tampoco ha podido demostrar el enriquecimiento ilícito de estos dos conocidos hombres públicos, ni mucho menos el lavado de activos. Llevar ante el juez el historial bancario de toda una vida de una persona de labores empresariales conocidas deja mucho que desear y pone en duda la calidad de la investigación”.
En su edición del pasado 12 de febrero el diario HOY nos trae también un amplio informe sobre las declaraciones en estrado del experimentado abogado Carlos Salcedo que ponen al desnudo toda la farsa que reviste el caso.
De acuerdo con el periódico, Salcedo “resaltó que de los 17 financiamientos conocidos por el Senado para proyectos de obras del Estado asignadas a Odebrecht, el 95.46% fueron aprobados por la “mayoría aplastante” del PLD. Significa que bajo la presidente de Reinando Pared le dieron el “sí” a más de tres mil millones de dólares. Y Andrés Bautista poco más de 266 millones de dólares. (La diferencia entre uno y otro es abismal)
Sin embargo el secretario general y presidente del Senado durante muchísimos años (casi una dictadura) no fue investigado y mucho menos apresado y sometido a la justicia aunque fuera por “legitima sospecha”. Más aun, cuando el abogado Salcedo lo involucró, un fiscal se levantó como una fiera a defender la honorabilidad de su líder solicitándole al juez Ortega Polanco que no lo permitiera, a lo que correctamente el magistrado se negó.
“¿Dónde está Reinando investigado, detectado? ¿Pasó por el fango y no se ensució? ¿Cuál fango? ¿El fango de quién? ¿Dónde lo vio? ¿Qué aporte hizo al Ministerio Público para que él pueda ser descartado?”, se preguntó Salcedo.
Temístocles Montás admitió haber recibido dinero para la campaña, pero que se lo entregó a su partido. Víctor Díaz Rúa asegura que todos los millones que recibió eran también del PLD, como si él no fuera precisamente el secretario de finanzas. ¿Por qué no se investigó al partido, que parece ser una “lavandería” de dinero mal habido? ¿Acaso no está prohibido recibir dinero de empresas extranjeras? Oh! ¿Y por qué no adentrarse a las finanzas del único partido en capacidad de financiar sus primarias internas sin recibir un centavo de la JCE? ¿Cuánto dinero tiene el partido oficial y como lo justifica? ¿A cuánto asciende verdaderamente la fortuna del presidente del Senado que nadie quiere tocar ni con el pétalo de una rosa? ¡El hombre salió “del lodo sin enlodarse” aun cuando preside la pocilga! ¡Uf!
¿Quién puede creer en su sano juicio que los 92 millones de dólares (cuatro mil seiscientos millones de pesos) los tomó un solo senador, y nadie más? ¿Quién puede crear que el honorable de San Cristóbal le dio “un tumbe” a sus compañeros de partido, fieras legislativas expertas en buscarse lo que desmesuradamente gastan campañas electorales, a los que no les basta el “barrilito” ni el “cofrecito”? ¿Quién lo puede creer?
Todos sabemos y conocemos la figura del “hombre del maletín” en el Congreso de la República desde hace muchos años. Ese personaje salió de la “sombra tenebrosa” de la política y se instaló en el Palacio Nacional, el Congreso y otras entidades oficiales.
Lo dije y lo repito: En el caso Odebrecht, dado el poder de los que tomaron los 92 millones de dólares, que en su mayoría no están siendo procesados, tendremos que esperar un cambio de gobierno que ojalá se produzca el año próximo.