En medio de la violencia armada, asesinatos, pandillerismo, atracos y robos que azotan la ciudad, ni los altares de las iglesias se salvan.
Ladrones sacrílegos invadieron el jueves de la semana pasada la iglesia católica San Agustín ubicada en el vecindario Park Slope de Brooklyn y robaron el tabernáculo que data del año 1890 de 18 quilates de oro y valorado en $2 millones de dólares para luego decapitar las estatuas de los ángeles que flanquean el atar, informó ayer lunes la Agencia Católica de Noticias.
Los atracadores utilizaron herramientas eléctricas para abrir por la fuerza el altar y acceder al tabernáculo dijo el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).
El robo ocurrió entre las 6:30 y las 4:00 de la tarde y la información fue confirmada el sábado por la policía.
El tabernáculo fue instalado en el altar de la iglesia que fue construida en 1890 y es insustituible debido a su valor histórico y artístico, explicó la Diócesis Católica de Brooklyn en un comunicado.
“La Sagrada Eucaristía alojada dentro del Tabernáculo fue arrojada por todo el altar”, dice el comunicado.
“Esto es devastador, ya que el tabernáculo es el foco central de nuestra iglesia fuera de la adoración, sosteniendo el cuerpo de Cristo, la eucaristía, que se entrega a los enfermos y confinados en casa”, dijo el padre Frank Tumino, pastor de la parroquia en el comunicado.
“Saber que un ladrón entró en el espacio más sagrado de nuestra hermosa Iglesia y se esforzó mucho por cortar un sistema de seguridad es un acto atroz de falta de respeto”, dijo Tumino.
Los feligreses y el clero de una iglesia católica en Park Slope se están recuperando del descarado robo del histórico tabernáculo de la iglesia, una pieza central del altar que contiene las hostias consagradas de la Comunión.
El o los ladrones pudieron quitar el tabernáculo cortando una carcasa protectora de metal, dijo la diócesis. Se cree que el ladrón que primero entró a la iglesia fue auxiliado por cómplices que lo ayudaron a cargar el tabernáculo y huyeron en un vehículo.
“Saber que un ladrón entró en el espacio más sagrado de nuestra hermosa Iglesia y se esforzó mucho por cortar un sistema de seguridad es un acto atroz de falta de respeto”, dijo el sacerdote Tumino.
Se cree que el robo y la profanación ocurrieron el viernes y fueron descubiertos al día siguiente. Una caja fuerte en la sacristía también fue violada, pero estaba vacía.
El padre Tumino narró que cuando entró a la iglesia, todavía olía a metal quemado.
“Dentro de las virutas estaba la vasija que sostiene la eucaristía, esparcida por todas partes”, dijo cura.
Los detectives del NYPD que investigan el robo creen que el grupo de sospechosos hizo el daño en algún momento entre el jueves por la noche y el sábado por la tarde. No está claro cómo entraron, pero al parecer salieron por la puerta principal.
Hay muchas cámaras de seguridad tanto dentro como fuera de la iglesia, pero los encargados dicen que los sospechosos planearon con anticipación y se llevaron todo el sistema de grabación.
La iglesia y la feligresía esperan que quien o quienes se robaron el tabernáculo lo devuelvan a su espacio sagrado.
Por Miguel Cruz Tejada